Por medio de un decreto, en épocas de crisis y como consecuencia de los problemas de caja que afronta la provincia más importante del país, el gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, dispuso, pese a la ayuda del Gobierno, una serie de medidas para achicar el gasto público, entre las que se encuentran el freno para nuevas contrataciones, los alquileres y el recorte en los gastos de viajes y ceremonial.
Según consigna el diario El Cronista Comercial, el ex motonauta rubricó a principios de febrero el Programa de Asistencia Financiera (PAF) que ofrece la Nación para refinanciar las deudas. Al margen de la crisis global, Buenos Aires terminó el año pasado con un déficit de $ 2.850 millones.
Para poder hacer frente a la nimia caja que posee la provincia, Scioli firmó el Decreto de Responsabilidad en la Calidad del Gasto Público, que ayer salió impreso en el Boletín Oficial bonaerense. Su argumentación radica en la protección del empleo “y la actividad económica de todo el complejo agrícola ganadero industrial” de la provincia de Buenos Aires y su autoridad de aplicación será el ministerio de Economía.
El alcance de la medida es amplio. No se tomarán nuevos empleados en ninguno de los ministerios, en los organismos descentralizados, en el Banco Provincia y ARBA, en los Fondos Fiduciarios y en las empresas y sociedades del Estado. Se extremará el uso de los recursos humanos y técnicos existentes. Además, sólo podrán realizar viajes aéreos funcionarios de nivel superior. Se verán limitadas las Comisiones de Trabajo y se limitarán las subvenciones, subsidios y erogaciones a favor de terceros.