Quién es Cayetana Álvarez de Toledo, la diputada española con orígenes nobles que criticó a Cristina Kirchner
Hija de nobles y descendiente de conquistadores, liberal clásica y admiradora de Margaret Thatcher, la diputada del PP quiere dar una batalla cultural de derecha. Vivió en la Argentina.
Cayetana Álvarez de Toledo |
Agencia Europapress
La diputada española Cayetana Álvarez de Toledovisitó la Argentina con motivo de la presentación de su libro Políticamente incorrecta y generó revuelo al afirmar que Cristina Kirchnerestaba protagonizando un "autogolpe", declaración que la catapultó a las noticias en nuestro país.
Álvarez de Toledo, de 47 años es militante del Partido Popular en España y fue diputada por Madrid, y desde el 2019 es legisladora por Barcelona. Sus orígenes se remontan a la Europa conquistadora y a la nobleza, ya que por su padre francés heredó el título de XV marquesa de Casa Fuerte y su madre, la argentina Patricia Peralta-Ramos y Madero, desciende del conquistador español Blas de Peralta.
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Además, la familia de Cayetana también incluye al fundador de la ciudad de Mar del Plata, Blas Peralta Ramos. Si bien la ideología no es genealógica, tal vez su ascendencia explique su rechazo al populismo.
Álvarez de Toledo también se opone al feminismo, según afirmó. “Si me reconociera feminista formaría parte de un colectivo con Cristina Kirchner y Marine Le Pen, ese no es mi colectivo”, enunció taxativa en diálogo con Eduardo Feinmann por Radio Mitre.
Los primeros años de la vida de Cayetana Álvarez de Toledo transcurrieron en Londres y luego vivió en Argentina donde asistió al Northlands School, el mismo establecimiento al que fue Máxima Zorreguieta.
Para sus estudios universitarios regresó al Reino Unido donde se licenció en Historia Moderna en la Universidad de Oxford y allí realizó un doctorado donde llevó adelante una tesis sobre el obispo Juan de Palafox, virrey de Nueva España. Más tarde se casó con el empresario Joaquín Güell Ampuero con quien tuvo dos hijas y en 2018 se divorció.
Se dedicó al periodismo en El Mundo y se sumó a las filas del Partido Popular español y uno de sus más fuertes posicionamientos públicos fue para enfrentar las intenciones independentistas de los nacionalistas catalanes. El 8 de marzo de 2018 manifestó su rechazo a la nueva ola feminista.
Se reconoce admiradora de la ex premier británica Margaret Thatcher por “su fortaleza, su coraje, su capacidad indómita de enfrentarse precisamente a las batallas culturales con mucha claridad y mucho coraje”.
La diputada española lamentó que en Argentina haya “una decadencia crónica”. “He visto que la señora de Kirchner está protagonizando un autogolpe”, enfatizó. “Argentina está instalado hace mucho tiempo en una decadencia crónica y se ha convertido en una anomalía aparentemente irremediable", analizó.
La diputada había sido designada como portavoz del Partido Popular en 2019, pero debido a sus declaraciones y polémicas internas, el 17 de agosto de 2020 fue removida de ese puesto y dentro del propio partido pedían “suspender de militancia” a Cayetana, decisión que incluye una sanción económica.
A principios del 2021,en diálogo con Jorge Fontevecchia, caracterizaba al populismo como un proceso anticivilizatorio: “El proceso de civilización es un proceso contra el instinto natural del ser humano hacia lo tribal y hacia, precisamente, ese espíritu nacionalista de protección de lo mío. ¿Y qué es lo que hacen estos movimientos populistas o el nacionalismo de izquierdas, de derechas? Apelar a esa visceralidad y a ese tribalismo y alentar los miedos”.
“Mi espacio es el del liberalismo clásico”, remarcaba y se diferenciaba del feminismo o cualquier identidad -o colectivismo en palabras de Javier Milei-. “El hecho de ser mujer no determina mis ideas, mis convicciones, mi sensibilidad ni mucho menos mi adscripción política o ideológica. Lo que hacen las identidades es compactar a los seres humanos en bloques homogéneos graníticos y castigar a los que se rebelan. La identidad, por lo tanto, crea un bloque artificial y, a partir de ese bloque artificial, al que se victimiza o considere una víctima lo enfrenta con otro bloque identitario al que considera un agresor”, sostenía.
