Se multiplica la conflictividad social pero el Gobierno se aferra al ajuste

El presidente Javier Milei alertó: los meses de marzo y abril serán los más difíciles en materia de inflación y en ese escenario, se prevé un aumento de la conflictividad social que irá acompañado con tensión en las calles, movilización y protestas de los alcanzados por el ajuste.  

A medida de que pasan los días, las principales centrales sindicales, desde la CGT hasta las dos CTA, aparecen cada vez más convencidas de instrumentar un nuevo paro nacional ante una situación que califican de “angustiante”, con paritarias que van a perder contra la inflación y recalentarán el humor de las bases. Cuentan con el antecedente de la medida de fuerza masiva del 24 de enero pasado, no tienen ningún canal de diálogo con el oficialismo ni mecanismo alguno de negociación y, además, quedaron en cólera por lo sucedido en la última reunión del consejo del salario mínimo.

Bajo este marco, Pablo Moyano y Héctor Daer, dos triunviros de la CGT son los abanderados de la confrontación contra la administración libertaria. El Camionero dijo que “el interior es un polvorín” y anticipó que marzo “será un mes muy conflictivo”. Daer, en tanto, dejó la moderación de otros tiempos y dijo que en La Libertad Avanza están generando todas las condiciones para que la dirigencia sindical confirme otra huelga. 

Paralelamente, hay sindicatos que planificaron paros. Es el caso de La Fraternidad, que lidera un hombre del riñón de Luis Barrionuevo, Omar Maturano, por falta de negociación paritaria, y ATE, el colectivo que representa a los trabajadores estatales, que ratificó, pese a la convocatoria a la conversación salarial, que instrumentará una jornada nacional de lucha para fines de este mes. 

Por otro lado, aparecen listos para ir a la calle los gremios docentes y toda la comunidad educativa, que sufrirá la motosierra libertaria con el recorte de fondos para comedores y cooperadoras escolares. Los sindicatos reclaman ser convocados a discutir la paritaria nacional pero si ese escenario no se cumple habrá problemas.

Las versiones contradictorias que el propio Gobierno se encarga de lanzar respecto de la paritaria docente, con Milei negando la negociación por ejemplo, no ayudan a generar buenas expectativas en padres y alumnos, que miran con preocupación el eventual no inicio de clases.

El líder libertario también logró aglutinar en su contra a las distintas líneas de las organizaciones sociales, que durante la gestión de Alberto Fernández permanecieron separadas. Ahora, tanto Barrios de Pie, como el Movimiento Evita y la Unidad Piquetera apuestan a encarar acciones en conjunto y siguen en charlas, con la posibilidad de acampar en avenida 9 de julio latente. “No podemos descartar ninguna posibilidad ante semejante nivel de ajuste”, dicen desde las agrupaciones.

Con todo, la administración de LLA no parece dispuesta a ganar en musculatura política. En poco tiempo logró poner como adversarios a los mandatarios provinciales que estaban incluso dispuestos colaborar con la gobernabilidad y a otorgarle a Milei herramientas legislativas.

Sin embargo, ya son muchas las provincias que han recurrido a la Corte Suprema para iniciar reclamos. La Rioja, Santiago del Estero, Chubut y La Pampa se presentaron ante el Máximo Tribunal. Reclaman fondos recortados que ponen en jaque sus administraciones. Neuquén y Río Negro presentaron una intimación reivindicando su poder concedente sobre represas y hasta amenazaron con “cerrar el grifo” de la energía. 

Milei se encomienda al ajuste ejecutado por Luis Caputo quien en los últimos días celebró el superávit financiero que arrojó enero, tal como había anticipado PERFIL. El ministro-trader es monitoreado de cerca por Nicolás Posse y el enigmático Federico Sturzenegger a quien se lo vio en los pasillos de la Casa Rosada, pero que elige no hablar con la prensa. 

Un dato del casi no se habla: la caída de la Ley Bases permite prolongar la actual fórmula jubilatoria que no ajusta por inflación y permite licuar gastos. La falta de contención para los adultos mayores también será un punto conflictivo. 

En ese escenario, los meses de marzo y abril asoman como un campo minado para el gobierno de Milei que se aferra a los números del ajuste (motosierra y licuadora no se negocian) y evita alternativas para paliar la caída de ingresos.