POLITICA
"Sí, se puede"

Cambiemos se peronizó: así se vivió la Marcha del Millón

Multitud, cantos militantes y micros. De Stanley a Pando, la 9 de Julio se pobló de consignas en defensa de Mauricio Macri. "El Gato" y la corrupción.

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Marcha Si se puede en el obelisco | Perfil: Juan Obregon - Pablo Cuarterolo

Dos días después de cumplirse un nuevo aniversario de la emblemática gesta urbana del peronismo de octubre de 1945, el macrismo salió este sábado decidido a ganar la calle para fundar su propia hazaña, también en octubre. Pese a que el principal lema de la campaña reeleccionista de Mauricio Macri es, fundamentalmente, evitar el retorno al poder del kirchnerismo, la multitudinaria movilización en la 9 de Julio registró algunas de las tradicionales prácticas -o vicios- de aquel temido aparato peronista.

Más allá de que, en términos generales, algunos sostienen que la Marcha del Millón podría catalogarse como 'espontánea', la emblemática avenida de la Ciudad de Buenos Aires no sólo fue sede de un majestuoso escenario para que el jefe de Estado repasara sus principales logros de gestión y volviera a pedirle a los argentinos una vida más para transformar el país.

Micros ploteados con estética de Cambiemos invadieron la avenida 9 de Julio

La "9 de Julio de Cambiemos" se convirtió en un estacionamiento a cielo abierto para que los micros macristas descansaran a la espera de la finalización del ágape. En este caso, el candidato a intendente del partido bonaerense de Escobar, Leandro Costa -hijo del senador provincial Roberto Costa-, no tuvo reparos en plotear uno de los colectivos que durmió en la avenida con su nombre, su apellido y su rostro, acompañado por el de la gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, como para que no quedaran dudas del origen y el financiamiento del transporte.

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El "peronismo M" también quedó evidenciado en la decisión colectiva de los principales funcionarios del Gobierno Nacional de llegar caminando al evento, mezclándose entre la multitud, con el objetivo de transmitir cercanía y estar en contacto, cara a cara, con sus seguidores. Entre ellos, sorprendieron a los seguidores de a pie la ministra de Salud y de Desarrollo Social, Carolina Stanley, el jefe de Gabinete del Ministerio de Seguridad, Geraldo Millman, y los "lilitos" Paula Olivetto y Maximiliano Ferraro.

Fotogalería | Las mejores imágenes de la "Marcha del millón" en el Obelisco

La que llamó poderosamente la atención fue la propia Patricia Bullrich, quien desfiló con una custodia mínima durante 5 cuadras, desde la avenida Córdoba hasta llegar a los pies del escenario, en la avenida Corrientes. Bullrich fue, sin lugar a dudas, la funcionaria más vivada, aplaudida y reconocida por el núcleo duro de Cambiemos, que valora su política contra el narcotráfico, quizá uno de los pocos baluartes del primer mandato del presidente.

 

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Pese a que se encuentra en la vereda opuesta a la estética peronista, la presencia de Cecilia Pando fue uno de los condimentos más destacados de la tarde porteña. Enemistada con Macri por haber impulsado en el Congreso el debate sobre la legalización del aborto, la defensora de los derechos de los militares condenados por crímenes de lesa humanidad durante la década de 1970 no quiso estar ausente ante "la posibilidad de que vuelvan los Fernández".

En diálogo con Perfil, Pando reconoció que tuvieron que convencerla de asistir, aunque ponderó que "lo que está en juego es la libertad de todos los argentinos". Más allá de asumir que en las PASO del 11 de agosto acompañó a Juan José Gómez Centurión, la excandidata a diputada le dijo a Perfil que la radicalización del mensaje "celeste" de las últimas semanas de Macri la hicieron cambiar de opinión. "Lo peor que nos puede pasar es que vuelva el kirchnerismo", sentenció.

"Sí, se vende": también fueron un millón los vendedores en la 9 de Julio

Pese a que la consigna general fue pintar la marcha de celeste y blanco, el merchandising también dijo "presente". Las banderas y las gorras blancas con la insigna del "Sí, Se Puede" se conseguían a un promedio de 200 pesos cada una, casi 50 pesos más que en otras presentaciones de Macri.

Sin embargo, el ingenio fue lo que mejor caracterizó a la militancia, que llevó sus productos hechos en casa, en donde quedó demostrada la originalidad, aunque también la necesidad de cuidar el bolsillo. El símbolo más destacado fue, definitivamente, un títere con la imagen de Alberto Fernández, que fue la vedette de la jornada. Los seguidores de Juntos por el Cambio, por lo pronto, ya diagnosticaron en los símbolos que, en un eventual mandato del Frente de Todos, quien llevará las riendas de la relación será Cristina Kirchner.