Desde su llegada al Estado, Josefina Kelly mostró un marcado espíritu militante y escaso interés por la administración pública. Así lo confirman los funcionarios que trabajaron a su lado en diferentes áreas del Estado. Oriunda de Mercedes –ciudad bonaerense donde fue criado el diputado Eduardo “Wado” De Pedro– y con 29 años, es el enlace del dirigente camporista en el Departamento de Observaciones Judiciales de la Secretaría de Inteligencia (SI), el sector que el Gobierno busca transferir al Ministerio Público.
El dato circuló en distintos medios. Se apuntó incluso a una relación sentimental con De Pedro. PERFIL pudo verificar, a través de contactos con referentes de Mercedes y fuentes oficiales que, efectivamente, se desempeña en esa área. No tiene una relación sentimental con Wado, pero es una estrecha amiga de su mujer.
Militante del Frente Mercedino para la Victoria, que dirige el hermano de crianza de Wado, la joven entró al Ministerio de Justicia –como muchos militantes camporistas– con un contrato de un ente cooperativo privado, que a pesar de ser legal no figura en el Boletín Oficial ni puede ser controlado por la Auditoría General.
Llegó a la SI, al menos de manera oficial, junto a Oscar Parrilli. Antes ostentó cargos en la Subsecretaría de Gestión Penitenciaria y la Subsecretaría de Relaciones con el Poder Legislativo (Ministerio de Justicia) y en la Dirección Nacional de Fiscalización de Desarmaderos (Ministerio de Seguridad). Su pase a Seguridad coincidió con la llegada de la ministra María Cecilia Rodríguez.
A pesar de que el pase fue en 2013, mantuvo uno de los dos contratos que tenía vinculados a Justicia hasta fines de 2014. Además de abogacía en la UBA, su formación incluyó estudios en “comunicación popular” en la Universidad de las Madres. En 2013, participó de la cumbre de la juventud que se realizó en paralelo a la cumbre del G20 en Moscú. Hay un álbum de más de 200 fotos del evento. Ella no aparece en ninguna.
