El pasado 30 de diciembre, a 24 horas de iniciarse la feria judicial y tan sólo un mes antes de su muerte, el juez federal Claudio Bonadio resolvió archivar una causa contra el ex jefe del Ejército Cesar Milani.
"Nos enteramos ayer porque fuimos notificados, y ahora vamos a pedir el sobreseimiento para que quede en un estado y decisión firme la causa, para que no lo vuelvan a acusar de estos delitos inexistentes para perjudicarlo y menos para usarse en contextos electorales como lo fue en 2014 cuando se hizo la denuncia", detalló a PERFIL la abogada de Milani, Mariana Barbitta.
No obstante, para pedir el sobreseimiento resta confirmar si el fiscal de la causa Carlos Stornelli o alguna parte interesada del caso decide apelar a la decisión del magistrado recientemente fallecido. De ser así, deberá apelarse dentro de los próximos tres días hábiles desde la notificación del fallo.
Sea ante una apelación o un pedido de sobreseimiento, quien reemplazará a Bonadio de manera interina hasta que el Consejo de la Magistratura designe a un sucesor fijo será Marcelo Martínez de Giorgi.
PERFIL se comunicó con Stornelli para consultarle su accionar, pero respondió que recién el lunes próximo lunes responderá las consultas. Fue precisamente Stornelli quien ya había apelado en esta causa, cuando en 2016 Bonadio se decidió, de la misma manera que hace un mes, por archivar la denuncia por no tener pruebas contra Milani.
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En el fallo judicial, Bonadio entendió que "no fue posible corroborar la hipótesis delictiva denunciada" por Carlos Tórtora, que publicó en El Informador Público una nota en 2014 en la que señalaba que Milani habían diseñado en 2008 el proyecto de ciberdefensa, destinado a actividades de inteligencia interna prohibidas por la ley en perjuicio de políticos y periodistas.
En 2017, el propio Horacio Antonio Stiuso, ex agente de la SIDE, declaró en la causa como testigo cuando la Cámara Federal había resuelto reabrir la investigación. De la misma manera lo hizo el periodista Daniel Santoro y el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, quienes denunciaron una presunto intervención en sus computadoras y la existencia de un edificio Libertador en donde se realizaban este tipo de tareas de espionaje. A raíz de los testimonios, Bonadio allanó el edificio señalado y peritó las computadoras de los testigos, y no encontró ninguna prueba para imputar a nadie.
"En virtud de todo lo dicho, considero que no ha sido posible verificar los extremos fácticos que fueran denunciados en la presente investigación, de modo tal que me permita efectuar una imputación formal contra una persona determinada", resolvió el magistrado en el anteúltimo día del año 2019.
"A pesar de todo lo que siempre se dijo de Bonadio contra funcionarios K, en esta causa siempre fue muy prolijo. No había pruebas, fue una causa inventada en un momento cercano a las elecciones, denunciando hechos en 2014 que fueron presuntamente en 2009 y los instalaron en los medios para perjudicar al gobierno cerca de las elecciones", consideró la letrada de Milani.
El fallo completo:
J.D. /
