El cierre de No me quiero ir de aquí fue el domingo 14 de septiembre en el estadio El Coliseo de Puerto Rico. En esa arena de la capital de “la isla boricua”, y desde el 11 julio, cada viernes, sábado y domingo, Bad Bunny se subía al escenario montado en el centro del estadio, para protagonizar sus “residencias”. Esas treinta funciones tuvieron un efecto colateral para Puerto Rico: accionó la actividad turística y se estima que la hotelería, la gastronomía y los AirBnb generaron unos doscientos millones de dólares.

Lo que sigue para Bad Bunny es, primero, un descanso breve, y en noviembre comenzar Debí tirar más fotos Wolrd Tour, una gira mundial que ya tiene 54 fechas confirmadas y unos dos millones seiscientas mil entradas vendidas. Este tour lo llevará por escenarios de Australia, Japón, varias ciudades europeas y de América Latina, menos Estados Unidos. Esa fue una decisión que, recién hace unos días, Bad Bunny fundamentó en un reportaje que publicó la revista británica I-D. “Hubo muchas razones por las que no fui a Estados Unidos, y ninguna fue por odio. He actuado allí muchas veces; todos (los shows) fueron un éxito, y han sido magníficos. Y he disfrutado conectar con latinos que viven en
Bad Bunny regresa a la Argentina como parte de su tour mundial 2025/2026.
Estados Unidos”, comenzó diciendo Bad Bunny. “También he conocido a muchos gringos que se me acercan hablando como si fuera genial que Puerto Rico sea como un estado (de EE.UU.). Y les digo: ‘No, hermano, no es así. No es nada cool’. Y me responden: ‘Lo siento, no lo sabía’. Muchos son ignorantes, pero es que viven su vida, y desconocen que aquí hay gente que está perdiendo sus hogares. Fueron criados pensando solo en ganar dinero (...) y yo intento mostrarles otra perspectiva”.
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Mejor lejos. La decisión de hacer los mencionados treinta shows de No me quiero ir de aquí solo en Puerto Rico fue, por un lado, porque Bad Bunny tenía ganas de volver a conectar un tiempo prolongado con la gente de su país. Por el otro, si lo hacía en Estados Unidos, “estaba el problema de que, por ejemplo, el maldito ICE (siglas del Servicio de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos) podría estar afuera de mis conciertos. Y es algo que nosotros (él, su equipo y sus productores) hablamos porque nos preocupaba mucho”, relató a la revista I-D. La preocupación a la que refiere es, obviamente, a que sus shows sean centros de detención de inmigrantes.

Razias. Esto también pudo haber pasado en Puerto Rico, un territorio no incorporado de Estados Unidos que como tal, hace de sus habitantes ciudadanos estadounidenses, pero estos carecen de representación parlamentaria, y no pueden votar en las elecciones presidenciales. El ICE (Servicio de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos) también opera en Puerto Rico, y en los primeros cuatro meses del gobierno de Donald Trump, unos quinientos inmigrantes –en su mayoría dominicanos– fueron detenidos. Esto lo informó Rebecca González-Ramos –funcionaria del ICE–, en una entrevista en RPN, la radio pública de Estados Unidos.
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Con la política de detenciones masivas contra lo que Trump denomina “migrantes ilegales”, el número de personas detenidas por la policía migratoria de Estados Unidos alcanzó la cifra récord. Según un análisis realizado por la AFP a partir de datos oficiales, en junio de 2025 hubo 60.254 detenciones cuando en enero de 2025 hubieron 40.500. Según el último censo (es de 2020) en Estados Unidos hay 62.529.064 latinos, de los que 5.798.287 son nativos de Puerto Rico.