El nombre Diego Maradona es conocido en todas partes del mundo. Desde su muerte el pasado 25 de noviembre, el interés por cualquier objeto que le haya pertenecido o cualquier material en el cual aparezca aumentó considerablemente. Y lo mismo ocurre con su imagen y marca. Tanto, que ya se registraron intentos de realizar patentes bajo el nombre Maradona y el apellido del futbolista comienza a negociarse como “una commodity”.
“Puede parecer raro y hasta sonar irreal, pero muchas personas en distintos lugares del mundo toman a Maradona como un registro genérico y más ahora con su muerte. Quieren sacarle provecho desde el costado económico y eso va a traer problemas”, explica a PERFIL el abogado Guillermo Navarro de la firma Bildenlex Abogados, expertos en propiedad intelectual.
Los registros figuran actualmente en la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual y algunos son llamativos. Uno de los ejemplos que deja ver esta situación ocurrió el 26 de noviembre, apenas un día después de la muerte del Diez. Una empresa pidió un registro en España bajo la denominación Maradona 10. E incluso sumaron una imagen donde se ve ese Maradona 10 sobre una camiseta de la Selección Argentina muy similar a la utilizada en el Mundial de México ‘86. Otro caso ocurrió el 3 de diciembre, también en España, cuando otra compañía pidió un registro para MaraDona, solo cambiando la letra D del apellido por una mayúscula.
“Hay como una especie de explosión o “boom” y por eso se puede decir que es casi una "commodity". Y hay de todo: libros, juegos, cuestiones relacionadas a la imagen, etc”, señala Navarro. Y agrega con respecto a eso: “Es complicado establecer qué es legítimo y qué no. Hay que ver si hay cesiones de derecho o si se firmaron contratos. Diría que se tiene que analizar cada situación de manera individual”.
Si bien con la muerte de Maradona se registraron nuevos pedidos de patentes, hay decenas realizados durante los últimos años. Algunos están activos, otros no y también varios están a la espera de una decisión oficial. “La parte difícil es ver o intentar entender por qué existen esos registros o qué gestión se realizó para que se lleven a cabo estos trámites. Es bastante complicado”, finaliza en su análisis Guillermo Navarro.
