En las nuevas imágenes, el rey de 74 años vestía un traje a rayas mientras que su esposa, la reina Camilla, posaba con un vestido azul cobalto.
Pero los seguidores de la casa real se dieron cuenta de que un detalle parecía estar oculto al fotógrafo: las manos del rey.
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En una foto, de pie junto a Camilla, Carlos III escondió las manos detrás de su espalda. En otra foto, el rey aparece con una mano en el bolsillo.
Lo mismo sucede con una tercera foto, en la que el rey posó sentado en el Palacio de Buckingham.
¿Por qué esconde sus manos? La prensa británica responde sencillamente que lo hace "para evitar que se burlen de sus 'dedos de salchicha'", término que él mismo usó en 2012.
Desde que reemplazó a la reina Isabel II en septiembre pasado, las imágenes de las manos hinchadas del rey se volvieron virales.
Carlos III fue fotografiado en múltiples ocasiones con las manos hinchadas (además de los pies) especialmente después de largos períodos de vuelo o viajes a países cálidos.
Hace cuatro años se lo vio con las manos y los pies impresionantemente hinchados durante el primer día de su gira oficial por la India, cuando se quitó los zapatos para entrar en un templo sij en Nueva Delhi.
Si bien el rey padece la afección desde hace varios años, la conversación sobre el tema se generalizó cuando ascendió al trono tras la muerte de la reina Isabel II.
Según Google, una de las siete cosas más buscadas en 2022 en Reino Unido fue una explicación a las hinchadas manos del monarca.
En esa ocasión el tema fue tan divulgado que varios médicos fueron entrevistados en los medios para que explicaran lo que sucedía, algo que para muchos era preocupante.
"El edema es una afección en la que el cuerpo comienza a retener líquidos en las extremidades, normalmente en las piernas y los tobillos, pero también en los dedos, lo que hace que se hinchen", dijo el doctor Gareth Nye.
Los hombres tienen menos probabilidades que las mujeres de sufrir edema. Esto se debe a que la hormona femenina progesterona tiende a causar la condición, dejando a algunas mujeres con los tobillos hinchados justo antes de su período.
Las personas mayores desarrollan el trastorno si se sientan durante largos períodos de tiempo.
Otras potenciales causas podrían ser una dieta alta en sal, el uso de medicamentos específicos –como aquellos indicados para la presión arterial alta– o incluso artritis, explicó el Dr. Nye.
Las manos hinchadas también podrían ser el resultado de la artritis, que es una condición común en los mayores de 60 años y afecta la articulación del pulgar y las articulaciones de los dedos.
Esto genera que los dedos, por lo general, se vuelvan "rígidos, dolorosos e hinchados y aunque la medicación puede ayudar con el dolor, la hinchazón puede permanecer", dijo.
Aunque nunca hubo una explicación sobre el problema que padece Carlos -conocido un hombre muy saludable- se sabe que tuvo manos grandes desde que era un niño, una característica sobre la que Isabel II escribió en una carta después del nacimiento en 1948.
"El bebé es muy dulce y estamos enormemente orgullosos de él. Tiene un interesante par de manos para un bebé", escribió. Son bastante grandes, pero con dedos finos y largos muy diferentes a los míos y ciertamente a los de su padre. Será interesante ver en qué se convierten".
Después de toda una vida de espera, Carlos III finalmente será coronado el próximo 6 de mayo, en medio de una de las operaciones de seguridad más importantes que haya conocido el Reino Unido, aunque en una ceremonia reducida y más moderna.
Más de 2.000 personas, entre jefes de Estado, reyes y miembros de diversas monarquías, políticos y representantes de la sociedad civil asistirán a la ceremonia en la Abadía de Westminster, donde Carlos III recibirá la corona de rey.
Según un conocedor de la realeza, el monarca está tomándose los preparativos “con calma” para que sus manos no se hinchen y arruinen el momento en que el arzobispo de Canterbury deba colocar el Anillo de la Coronación en el anular de su mano derecha.
“Sus dedos pueden hincharse bastante, especialmente si viaja o hace demasiado, y los funcionarios no quieren ningún problema”, escribió el periodista Ephraim Hardcastle. “El arzobispo Welby podría considerar tener un poco de manteca a mano, por si acaso”.
