Tras una reñida competición entre más de 5.000 quesos de 46 países, un gruyer con 18 meses de curación se llevó el premio al mejor queso del mundo en los World Cheese Awards
Esta fue la primera vez que los World Cheese Awards, creados por la Guild of Fine Food británica en 1988, se celebraban en Suiza, país que ya se había coronado cinco veces antes de esta edición.
El jurado, compuesto por 265 expertos de varios países (queseros, cocineros, compradores, vendedores, periodistas, etc.) degustó 5.244 quesos de más de 40 países.
El gruyer ganador, que un miembro del jurado consideró "perfecto e inolvidable", fue producido en la quesería de montaña Vorderfultigen, en la región prealpina de Gantrisch, entre Berna, Friburgo y Thun. El establecimiento está especializado en la producción de gruyer con denominación de origen protegida.
"Observamos el aspecto visual del queso, su apariencia interior y exterior. Luego, la segunda etapa, es la apreciación olfativa. Todos los aromas que desprende. Y por último, por supuesto, los sabores (...) Debe tener algo inusual. Debe evocar buenos recuerdos", explicó a la AFP Kuba Maziarczyk, "superjuez" de la final y productor de queso en Polonia.