Las intoxicaciones con monóxido de carbono son más frecuentes en épocas de frio. Esto sucede por el aumento en el uso de la calefacción y el cierre de puertas y ventanas que impiden el ingreso de aire fresco del exterior y la salida de los gases tóxicos que se acumulan en el interior de las viviendas.
"Ahora que empieza el frio empezamos a tener un aumento del numero de intoxicaciones con este gas que llamamos: 'El asesino silencioso'", expresó la médica toxicológica, Mónica Napoli a este medio. En este sentido, los motivos detrás de este apodo que lleva el monóxido de carbono son: "Es un gas que no tiene olor, ni color. Ni siquiera irrita las vías respiratorias y las personas se intoxican prácticamente sin darse cuenta", explicó.
Para Napoli: "Cuando empieza esta temporada es bueno revisar las estufas que estuvieron apagadas durante todo el verano y algunas conexiones. Lo mismo si alguien se muda a una casa nueva".
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Los síntomas de una intoxicación con monóxido de carbono
Se debe sospechar de una intoxicación con monóxido de carbono cuando una o varias personas que estuvieron en un mismo ambiente cerrado presentan los siguientes síntomas: "Dolor de cabeza o cefalea, vómitos, nauseas, un decaimiento general que puede terminar en un sueño, las personas están como obnubiladas, no se pueden levantar de donde están para salir de ámbito donde está el monóxido", indicó Napoli.
Ante la llegada del invierno se recomienda la ventilación de los ambientes, concurrir al médico en caso de presentar síntomas y revisar con un gasista matriculado las instalaciones de la vivienda para evitar posibles siniestros.