Mientras empresarios y asociaciones esperan el proyecto de ley que prometió el gobierno nacional para producir cannabis en el país, los actores ya están armando los vinculos que les permitan poder llevar a cabo cultivos de calidad y lazos con países de la región apuntando a futuros mercados.
“Lo que estamos planteando con nuestros pares brasileros es la posibilidad de explorar la creación de una plataforma de negocios bilaterales, siendo que Brasil en este momento tiene un mercado de cannabis medicinal regulado pero no cuenta con la posibilidad de producir en suelo brasilero el cannabis”, le dijo a Perfil Pablo Fazio, presidente de ARGENCANN, la cámara argentina de cannabis que firmó un vínculo con su par de Brasil, ABICANN.
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La idea es exportar derivados de cannabis producidos en Argentina hacia el país brasileño y suministrarlos a la población que lo consume, un mercado de 14 millones de personas. Fazio explica que si la regulación de la que habló el presidente Alberto Fernández en la apertura de las sesiones legislativas se lleva a cabo, en el país se podrían producir y exportar productos farmacéuticos.
Sin embargo, el especialista cuenta que la idea es ir más allá de lo medicinal porque la planta de cannabis permite una apertura económica amplia. “En el futuro si el marco regulatorio evoluciona de la manera que deseamos y estamos trabajando, productos veterinarios, alimentos, bebidas con cannabis y demás, porque el abanico de oportunidades de desarrollo en función de la industria del cannabis son amplios y exceden largamente lo medicinal”, explica Fazio a este medio.
Pampa Hemp, la empresa donde Fazio es CEO, también tiene un convenio con el INTA de Pergamino para poner en marcha un cultivo de cannabis. "Ahora se esta esperando la autorización del Ministerio de Salud para comenzar con la importación de las genéticas y el acondicionamiento de los invernaderos para poner en marcha el cultivo de manera inmediata", explica. Para el presidente de ARGENCANN, el comienzo del cultivo es inminente.
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Producción patagónica
En Río Negro, el INTA y la asociación civil Ciencia Sativa llegaron a un acuerdo para poder cultivar variedades de la planta con CBD y THC. El vínculo se firmó para trabajar sobre dos hectáreas del INTA en Guerrico, General Roca, donde ya se tienen cercadas las parcelas y se planea probar los cultivos en dos invernaderos y a campo.
La Licenciada en Biología e integrante de Ciencia Sativa, Gabriela Calzolari, explica que las semillas se van a importar desde Colombia cuando el Instituto Nacional de Semillas (INASE) dé el visto bueno a la resolución. “El objetivo del proyecto son 3 productos. Para investigación científica, donde se van a analizar distintos cannabinoides por separado. Por otro lado, hacer pruebas con fitopreparados. Y por el otro lado hacer semillas, que está pensado para una fase 2 y para poder hacer un banco de semillas con características de la Patagonia”, afirmó Calzolari a Perfil.
La especialista explica que el convenio fue virando de un modelo puramente público a uno público-privado por la falta de financiación que requiere el proyecto. La idea de Ciencia Sativa, sin embargo, es mantener el mando público en la dirección y por eso se encuentran debatiendo qué empresa sería la indicada para sumarse a la financiación.
En ese marco, Calzolari afirmó que hubo contactos de una empresa colombiano-canadiense y empresas nacionales interesadas que ofrecieron sus recursos económicos. De acuerdo a la bióloga, las empresas locales partirían con ventaja para poder establecer el vínculo con Ciencia Sativa.
Mapa regional y expectativa local
En Colombia, donde que el mercado está regulado por la ley 1.787 para el uso médico y científico de la producción de cannabis, se contaban hasta septiembre 2020 un total de 11 empresas de Canadá que habían invertido en compra de tierras, cultivo, cosechas e industrialización de la planta. Los colombianos son uno de los países de la región, junto con Uruguay, que más avanzado tienen la producción y exportación de productos cannábicos.
Pablo Fazio afirmó que la Cámara Argentina de Cannabis también firmó un convenio con sus pares de Colombia para ir preparando el campo ante la promesa del gobierno nacional. En esa línea, ARGENCANN también forma parte de una red de asociaciones cannábicas con México, Perú, Uruguay y Paraguay, donde también tiene firmados acuerdos bilaterales.
Esperando por un proyecto del ejecutivo, los actores cannábicos que vienen trabajando en el tema desde hace años ya tienen las estructuras armadas para impulsar un modelo de producción que se impone internacionalmente. En ese marco, el mercado argentino sólo espera que baje la bandera a cuadros para lanzarse de lleno al negocio del cannabis.
