SOCIEDAD
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Conozca la casa donde nació Aldo "Cacho" Garrido, el policía que todos querían en San Isidro

Perfil.com visitó a la familia del oficial salvajemente asesinado, en el humilde paraje tucumano de Los Quemados. Allí sus hermanos y vecinos lo lloran, destacando que nunca olvidó sus orígenes. Galería de imágenes. Galería de fotos

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| Fabin Pez

Los caminos polvorientos y la soledad del monte encierran el dolor de la familia Garrido. En el paraje Los Quemados, a 70 km de la capital tucumana, se encuentra la casa donde nació Aldo Garrido, "Cacho" para sus seres queridos, el policía que fue asesinado días pasados en San Isidro cuando intentó frustrar un robo a un local comercial. Era uno de los últimos representantes del "policía de la esquina", respetado y querido por la comunidad. 

Aldo Garrido había nacido el 15 de marzo de 1947 y era el cuarto de ocho hermanos. El único de la familia que se fue de sus pagos cuando tan solo tenía 16 años. Cuentan que ingresó a la policía bonaerense el 2 de abril de 1977 y en 1981 fue definitivamente asignado a la comisaría de San Isidro como rondín comercial.

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A pesar de sentirse un bonaerense más, Garrido todos los años volvía a su casa para festejar su cumpleaños junto a sus hermanos. Les hablaba por teléfono todas las semanas y su hermana mayor, María Isabel (73) recuerda que la había llamado justamente el domingo pasado.

"Me dijo que aunque ya se tenía que retirar, no quería hacerlo", contó María.  "Voy a trabajar hasta que me corran" le dijo. Su hermano Ernesto (68) recuerda que cuando cumplió los 60 años "vino con un comisario retirado que era su amigo y con una familia de San Isidro en una camioneta".

"Llegaron y comieron asado, estaba tan contento por hacerles conocer su casa a sus amigos". A su otro hermano, Juan Carlos (66), siempre le decía: "tengo tantos lugares para ir a conocer, pero prefiero venir a verlos a ustedes. Yo no me olvido del lugar donde nací". Cuando llegaba lo hacía solo por una semana. Se destacaba por su pulcritud.

"A pesar que aquí estaba en medio de la tierra o el barro, él siempre estaba impecable. Se levantaba temprano y salía a correr por los caminos vecinales para no perder la forma, después con unas barras que hay en un corral, hacía pesas. De esa manera a pesar de estar de vacaciones siempre se preocupaba por mantener su físico", recuerda María.

Los vecinos también lo lloran. Silvia Leal de Rizo memora: "Siempre que venía salía a caballo a saludar a todos los del lugar. Incluso en su última visita en Octubre hizo como 40 kilómetros para visitar a unos tíos ya ancianos. Aquí también todos lo queríamos" dijo entre lágrimas Silvia Leal de Rizo.

Su sobrina Mercedes Oviedo era la encargada de prepararle la comida durante su estadía. Unos días antes de su llegada, ella se instalaba en su casa y preparaba tortillas caseras para el desayuno y el tradicional locro, su comida favorita. Descubrir el origen de "Cacho" Garrido explica su forma de ser. "Yo trabajo de frente y legalmente, por eso la gente me quiere" repetía orgulloso.

 

(*) Desde Tucumán