Un hombre que vive en Cipolletti, Río Negro, fue sancionado por adulterar los recibos de sueldo para pagar menos dinero en concepto de cuota alimentaria a su ex mujer, con quien tiene un hijo; este procedimiento lo llevó adelante durante el período de 2019 a 2021.
El Juzgado de Familia de Cipolletti decidió tomar como primera medida en su fallo la realización de una nueva liquidación, la cancelación de la totalidad de la deuda y la orden de que el hombre realice un tratamiento psicoterapéutico; en el caso de incumplimiento se le aplicará una multa que equivale a 5 salarios.
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El padre del niño enviaba por WhatsApp los archivos PDF de un recibo de sueldo que no representaba sus ingresos reales, una maniobra para pagarle menos a su ex esposa: así, el hombre abonó 121.703 pesos de cuota durante el período de tiempo comprendido entre agosto de 2019 y mayo de 2021.
Según informó el Diario de Cuyo, la situación fue expuesta por la empresa empleadora que llevó los recibos de haberes a las manos del Juzgado de Familia N° 5 de Cipolletti. Allí se descubrió la mentira del hombre, quien además fue acusado de violentar el derecho básico de su hijo y de la madre.
El progenitor consiguió pagar 151.000 pesos menos de lo establecido. Luego, cuando se presentó una nueva planilla de liquidación con los recibos de sueldo correspondientes proporcionados por la empresa empleadora, el resultado fue más del doble: 272.703 pesos.
La violencia económica y patrimonial: violencia de género
La justicia consideró que el hombre estaba ejerciendo violencia económica sobre su ex esposa, un tipo de violencia de género. El juez de Familia, Jorge Benatti, explicó al respecto: "La conducta del demandado vulneró el derecho de la actora a una vida sin violencia conforme el art. 3 de la Ley 26.485, toda vez que abonando una cuota alimentaria inferior a la que hubiera correspondido y en base a recibos de haberes apócrifos, ha ejercido violencia económica y patrimonial hacia la misma".
Por ende, el juez ordenó que al hombre realizar un tratamiento psicoterapéutico que se orientara a cambiar las actitudes violentas que tuvo en el pasado, particularmente un tratamiento anclado en los hechos que se corresponden con un enfoque en la violencia económica y patrimonial. En caso de incumplimiento, el castigo sería una multa equivalente a 5 sueldos mínimos, vitales y móviles.
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"La no satisfacción del pago de la cuota alimentaria debida a los niños cuyo cuidado se encuentra a cargo de la progenitora supone la muestra más patente del poder que se establece entre las mujeres y los hombres porque 'queda en manos de estos últimos un poder acompañado de la sumisión o subordinación de las mujeres'", añadió el juez.
Además, el demandado no negó haber mentido sobre sus verdaderos ingresos ni que aportó una cuota alimentaria inferior a la correspondiente, sin embargo nunca corrigió esa conducta intencionada en esos dos años. "El incumplimiento continuo, deliberado e intencional de las obligaciones alimentarias muchas veces configura situaciones de violencia económica. La continuidad, se refiere a la persistencia en el tiempo, al abandono palmario de las obligaciones alimentarias. Lo deliberado alude a un acto voluntario y con libertad de incumplir con las obligaciones alimentarias. Por último, la intencionalidad, la cual trata del ánimo de incumplir, a pesar de saber que se debe cumplir", concluyó el juez al respecto de esto.
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