SOCIEDAD
Historia de vida

De Baradero a Suiza: Cómo una joven logró mudarse gracias a una tarea del secundario

Tras la crisis en Argentina, se mudó al país europeo a probar suerte. Hoy, en una de las naciones más seguras del mundo, afirma que "vivir sin inseguridad no tiene precio".

De Baradero a Suiza 20210121
De Baradero a Suiza | Cedoc Perfil

El primer acercamiento que tuvo Gabriela Kresta (44) al país helvético fue a través de una “amiga por correspondencia”. Hoy trabaja en recursos humanos de un hotel en la ciudad de Lausana, donde vive con su familia. “En Suiza no hubo confinamiento obligatorio y los chicos mantuvieron las clases presenciales”, comentó la oriunda de Baradero, quien, además opinó que la cuarentena en Argentina fue “demasiado larga”: “Creo que el remedio fue peor que la enfermedad”.

“Cómo llegué a Suiza? Fue muy loco (agarren pochoclos). Por una tarea obligada del secundario... por una carta de puño y letra en 2do año”, escribió Kresta bajo el nombre de usuario de @HeidiArgenta en su cuenta de Twitter, donde, a través de una serie de tuits, expuso su insólita historia de vida de cómo logró mudarse al país europeo.

Según el relato, en 1990, Gabriela asistía al Instituto San José en Baradero, en la provincia de Buenos Aires, cuando le tocó realizar un trabajo escolar con una consigna muy particular.  “Debíamos escribir una carta para alguien de nuestra edad que vivía Suiza, contándole algo de nuestras vidas, y luego estos sobres serían dados en mano a chicos suizos que estuvieran cursando español. Obviamente lo hice como una tarea más, obligada, viéndolo como un sinsentido y no esperaba respuesta alguna”, contó en diálogo con PERFIL.

Sin embargo, pocas semanas después, el destino tocó a su puerta recibió la primera carta de su hoy amiga Lucienne. “Desde esa vez no paramos de escribirnos y al poco tiempo nos conocimos personalmente cuando ella vino a visitarme a Baradero”, recordó Kresta, quien a su vez confesó que, luego de 30 años, ambas son muy buenas amigas en la actualidad y viven a solo una hora de distancia.

Baradero, la ciudad más antigua de lo que hoy es la provincia de Buenos Aires, es una colonia suiza en donde la actividad cultural y el contacto con el país helvético es sumamente estrecho, debido a la existencia de la Sociedad Suiza de Baradero y otros grupos que reciben suizos dentro de nuestro país. A través de esta asociación, Gabriela tuvo la posibilidad de hacer un intercambio de trabajo en un hotel en un centro de esquí durante la temporada de verano por 4 meses.

Su niñez fue como “la de cualquier chico en una ciudad pequeña”. 
Su niñez fue como “la de cualquier chico en una ciudad pequeña”. 

Esa oportunidad que sin duda cambió su vida, se dio en un momento de gran inestabilidad, en la crisis del 2001. “Yo trabajaba en un estudio jurídico en Buenos Aires, donde echaron a la mitad y a los que quedamos nos redujeron el 20% del sueldo”, lamentó. Desde ese entonces, la incertidumbre, la inseguridad e inestabilidad de la Argentina acrecentaron sus ganas de irse del país.

Luego de varias idas y retornos al país helvético, a fines de abril del 2014, Gabriela y su esposo Diego (46), con sus dos hijos, se mudaron definitivamente a la ciudad de Lausana, una montañosa ciudad antigua ubicada en la región de habla francesa de Vaud, Suiza.

Vivir sin inseguridad

Salir a la madrugada sola por la calle sin darme vuelta, ver que mis hijos se van solos a la escuela desde los 7 años, que salen con los chicos a jugar a la pelota y si salgo les dejo la puerta abierta de casa; eso es vivir sin inseguridad. Así como también no pasa nada si salgo a la calle y me doy cuenta de que no cerré la puerta con llave, sé que puedo dormir en el tren con la cartera al lado sin riesgo. Creo que eso no tiene precio, reconoció Gabriela, quien, además evaluó que hoy se encuentra “muy bien” en Suiza y no considera la posibilidad de volver. “Mis hijos crecieron en este país, es más difícil cuando ellos están tan arraigados y felices. Pero por supuesto nunca digo nunca; Argentina es mi país, lo quiero y uno nunca sabe las vueltas de la vida”, reflexionó.

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Pandemia en Suiza

En cuanto a la situación epidemiológica, Kresta expresó que allí nunca hubo confinamiento obligatorio y, si bien han ido cerrando y abriendo negocios y actividades según la cantidad de casos, “jamás estuvimos encerrados y los contagios se mantuvieron estables”.

“Lo que más valoro como mamá es que los chicos solo estuvieron un mes sin clases presenciales, es decir, que desde principios de mayo van a la escuela al igual que antes de la pandemia. Para ellos la vida continuó normalmente, incluso con deportes y actividades extraescolares”, aseguró la “Heidi Argenta”, quien a su vez confesó que al principio no estaba de acuerdo con esta medida. “Suiza confió en la responsabilidad ciudadana y todos respetamos las reglas de modo tal que se pudo convivir con el virus sin necesidad de llegar a una cuarentena obligatoria”, aseveró.

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Antes de mudarse, Gabriela aprendió francés y alemán en la Escuela de Lenguas de la Sociedad Suiza de Baradero

En la actualidad, los habitantes se encuentran nuevamente en una situación de semiconfinamiento, debido a la presencia de la nueva cepa inglesa. Según autoridades locales, los restaurantes, los establecimientos culturales y las instalaciones deportivas y de ocio permanecerán cerradas hasta finales de febrero, pero las escuelas permanecerán abiertas y habrá total libertad de circulación con los cuidados necesarios.

Con respecto al caso de Argentina, Gabriela opinó que, si bien en primer lugar estaba de acuerdo con la cuarentena obligatoria, esta “fue demasiado larga y el resultado fue que la gente se hartó y la economía terminó de destruirse”. Aunque cree que la pandemia fue “todo un desafío que nos tomó por sorpresa” y que no fue fácil “lograr un equilibrio entre cuidar la salud física y mental a la par de la economía”, sostuvo que en la país “el remedio fue peor que la enfermedad”. “Supongo que esto solo terminará el día que haya una vacuna efectiva para el mundo entero, pero mientras tanto debemos convivir con el virus de manera responsable”, concluyó.