Una nueva forma de entretenimiento irrumpió en la comunidad de influencers, que ahora ofrecen sus horas de descanso nocturno a los espectadores: resulta que el público se entretiene al interrumpir su sueño con métodos muy peculiares. Mientras duermen, los Sleep Streamers siguen conectados a un dispositivo que recibe las acciones interactivas ejecutadas en el momento por los usuarios: luces que se prenden y apagan, bocinazos, música a todo volumen, baldazos de agua helada y hasta descargas eléctricas transmitidas a través de una pulsera.
Las audiencias se muestran cada vez más entusiastas con los 'streamers del sueño', que están dispuestos a ser sorprendidos mientras duermen, a cambio de una suma de dólares que varía según el método empleado y la popularidad del creador de contenido. La práctica se convirtió en la suculenta fuente de ingresos de ciertos influencers, a pesar de la crueldad manifiesta de algunos espectadores, que disfrutan al máximo con el sufrimiento ajeno.
Durante la transmisión en vivo, la cámara queda enfocada hacia la cama del influencer que intenta conciliar el sueño, mientras el público de seguidores se divierte al enviar acciones interactivas (cuyo precio es variable) para interrumpir el sueño del creador de contenido.
De esta manera, el streamer se sobresalta y sus reacciones se transmiten en vivo mientras "sufre" la acción de luces potentes que se activan repentinamente, dispositivos ruidosos, música al máximo volumen, bocinazos y hasta métodos más sofisticados, como una descarga eléctrica que "viaja" a través de una pulsera.
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Cuánto ganan los 'streamers del sueño'
Varios influencers relativizan la presunta morbosidad de este tipo de prácticas y ponen de relieve la dimensión redituable de la nueva tendencia.
Una de ellas es Mikka Nielsen, cuyos seguidores pueden abonar un dólar para activar un bot capaz de pronunciar mensajes en voz alta para interrumpir su sueño. También disponen de la posibilidad de pagar US$ 95 para enviarle una descarga eléctrica mientras intenta dormir.
Los precios pueden alcanzar incluso los 150 dólares: es el caso de influencers que aceptan dormir con un saco repleto de harina o baldes de agua helada sobre su cabeza, los cuales al ser "activados" caen sobre su cama.
Las transmisiones usualmente comienzan temprano y concluyen entre las 4 y las 5 de la madrugada. Recién a partir de ese momento, luego de editar y compartir los videos con la comunidad de seguidores, los streamers se van a dormir "en serio", sin interrupciones.
CA/ED