Pasaron 31 años desde la detención de la familia Puccio, el clan que causó terror en San Isdiro con numerosos secuestros y asesinatos a empresarios y conocidos de la familia. Después de que la historia volviera al centro de la escena pública con la película y la serie sobre sus crímenes, ahora se reveló qué hacen los sobrevivientes: Epifanía, la esposa del temido Arquímedes, Adriana, la hija menor y Daniel, quienes siguen viviendo en Buenos Aires
En la última edición de la revista Gente se cuenta como vive en un departamento de San Telmo Epifanía Calvo, que ya tiene 84 años. Según los vecinos, está saludable quien, al ser detenida, dijo desconocer el accionar macabro de su marido, pero igual pasó casi dos años en la cárcel de mujeres de Ezeiza. Ahora prefiere no hablar del tema.
Según la revista, los vecinos suelen ver a su hija Adriana, que la visita seguido aunque evitan las fotos. La menor del clan vive y trabaja en un negocio dedicado a la venta de lanchas y motos de agua de la zona de San Fernando.
Por su parte, Daniel Puccio (54) vive desde hace un año y medio con su madre. Desocupado, no tiene pareja ni hijos. Mientras él no residía allí, el hijo de Adriana (45), su hermana, visitaba seguido a su abuela, pero desde que está el tío, no fue más a verla. Desde el 23 de agosto de 1985, cuando los integrantes de la banda fueron detenidos, Maguila estuvo en prisión, hasta que en febrero de 1988 salió en libertad por el tiempo transcurrido sin recibir sentencia. Recién en 1998 lo condenaron a 13 años de prisión y fue entonces que desapareció definitivamente. La extinción de su sentencia se produjo en agosto de 2011. Dos años más tarde, pasó por los Tribunales a retirar en persona la constancia de extinción de la condena que nunca cumplió.
El resto del clan. Silvia Inés era adolescente cuando ocurrieron los hechos. Aunque la Justicia siempre sospechó de su participación, fue absuelta porque nunca se reunieron pruebas contra ella. Formó otra familia y tuvo dos hijos. Falleció en 2011 a causa del cáncer.
Guillermo desapareció antes de que el clan cayera: un día aprovechó un viaje a Australia junto a sus compañeros de rugby y nunca más volvió. Alejandro, el mayor de los hijos, era integrante de la Selección Argentina de Rugby. Recibió la condena de reclusión perpetua, igual que su padre. Recuperó la libertad en 2007, y al año siguiente murió a causa de una neumonía, después de varios intentos de suicidio.
Por último, el jefe, Arquímedes Puccio, quien planificó los secuestros. Condenado a prisión perpetua, en 2007 obtuvo la libertad condicional y se recibió de abogado. Falleció el 4 de mayo de 2013 en General Pico, La Pampa, a los 83 años, víctima de un ACV.