Natalia Fernández tuvo la suficiente sangre fría como para engañar a su marido, Santiago Corona, y llevarlo a la comisaría para que pudiera quedar detenido por el asesinato de su padre, Roberto Fernández Montes. Ahora además podría haber facilitado a los investigadores del caso detalles clave para poder responsabilizar a su esposo del crimen.
La hija mayor del empresario español asesinado a manos de su yerno explicó que Corona regresó a su casa del barrio de Caballito, en la que viven con sus dos hijos, y lo primero que hizo fue meter sus zapatos en una bolsa y sacarse la ropa para meterla en el lavarropas. "A la mujer le llamó mucho la atención que su esposo se ponga a lavar ropa él mismo, un sábado a las dos y media de la tarde", explicó uno de los investigadores a cargo del caso.
Fernández dio esa información al declarar ante la Justicia a las pocas horas de que su marido quedara detenido por ser el autor intelectual del asesinato y pare activa del traslado del cadáver.
Con esos detalles, el juez de instrucción a cargo de la causa, Hernán López, ordenó el allanamiento de la residencia familiar de los Corona-Fernández. Los uniformados requisaron la ropa que se puso y luego limpió el yerno del empresario el sábado.
Entre las prendas están la camisa clara de mangas cortas y el jean que el sospechoso viste en los videos de las cámaras de seguridad del edificio. Lo que no se pudo localizar todavía es el calzado de Corona, el que embolsó y tiró según la declaración de Natalia. Por el momento, se secuestraron todos los restos de basura de la vivienda.
La División Laboratorio Químico de la Policía Federal deberá analizar si existe algún rastro de sangre del empresario español en la ropa o algún otro indicio que incrimine a Corona.