Carlos Alberto Rodríguez es el empleado más antiguo del parque y el mejor atleta argentino con capacidades diferentes. Con más de 200 trofeos y decenas de galardones por su trayectoria, quiere recuperar el polideportivo en el que se sigue entrenando, tanto para él como para otros porteños que lo necesitan.
“Entre los años 1984 y 1989 concurrían 1.500 chicos discapacitados a las colonias de verano del Parque Sarmiento y 800 a las de invierno; en la actualidad esas cifras descendieron a 150 y 80. Es evidente que algo falló en las distintas administraciones”, dijo. “Son chicos dependientes y que lamentablemente no siempre pueden jugar con un vecino de su edad, necesitan sí o sí de un espacio para realizar actividades y tener amigos. Los padres de estos chicos tienen miedo de perder los pocos espacios que tienen y no se animan a reclamar lo que es un derecho y no sólo una necesidad”, afirma.