Es experta en literatura argentina, vanguardias, cultura y porta pensamiento propio. Es una mujer que vive como predica, una de las intelectuales más confiables del país. Tiene posiciones firmes que sostiene con el estudio y la investigación. Menuda y elegante, atenta al otro, escucha y seduce con su inteligencia. Su capacidad de análisis permite reflexionar sobre los temas a largo plazo. Una mujer particular, atractiva, fiel a sus valores que inspira a nuestro género y por qué no a los hombres.
Beatriz Sarlo perfectamente podría haber estado en el salón del libro en París, en el homenaje que la capital de Francia le dedicó a los escritores argentinos por la conmemoración del centenario del nacimiento de Julio Cortázar, pero no fue así.
- Mariana Arias: ¿Qué pasó?
- Beatriz Sarlo: Siempre digo que soy una intelectual de cabotaje, me gusta ser una intelectual de cabotaje. He sido invitada en muchas oportunidades, pero nunca por el gobierno, ni de la Ciudad, ni de la Nación.
La división permanente –K/antiK- que el gobierno provoca estuvo clara una vez más en esta oportunidad. Ningún escritor opositor fue invitado a la fiesta parisina del libro.
Beatriz responde con cuidado y precisión: “ Lo veo claro en el caso del ensayo… fijate que estuvieron los ensayistas principales de Carta Abierta, pero Kovadloff y Sebreli no fueron invitados.” Sin embargo dice no dramatizar cuando se trata de poner al descubierto “la grieta” y asegura que muchas veces se discute mal. “Yo no he dejado de hablar con los intelectuales de Carta Abierta”.
Populismo. Si hablamos de uno de las características de varios de los gobiernos argentinos su pensamiento va más allá…
- Alguna vez expresaste que no ser populista en La Argentina es una desgracia ¿Por qué?
- Porque por momentos te sentís fuera de las mayorías, no sólo de las masas populares, sino de la mayoría de los intelectuales. Desde los años ‘60 el camino de la reflexión a través de populismo ha sido tomado por los intelectuales. No es un camino que yo invalide, aunque me interesen más los “no” populistas como Tulio Halperín Donghi o Natalio Botana. Puedo discutir y me resulta interesarme el enfoque de alguien que es populista, como me pasa con Horacio González, por ejemplo.
- ¿Cómo definirías al pensamiento populista?
- El populismo lo que hace es reconocer ciertas verdades que están en los sectores populares, aunque incluso esos sectores no sepan que son portadores de dichas verdades.
El típico intelectual populista nace en el siglo XIX en Rusia y Polonia. Lo que desea es despertar esa verdad cultural y política que yace en la gente. Hay una película de Andrzej Wajda en la que un populista mira a una campesina y dice: “Eres la verdad aunque no lo sepas”. Wajda capta perfectamente ese sentir.
- Ves a Cristina Kirchner como una política auto-centrada. ¿Cómo se explica dicha calificación con hechos concretos?
- Ella piensa que es la depositaria y generadora de toda verdad política, en principio se puede constatar en la forma que usa el “yo”, “la primera persona”… Por otro lado, hay un rasgo autoritario que confirma ese auto-centramiento en la forma en la que se aprobaron las leyes propuestas por el oficialismo, a libro cerrado. La veo convencida de su propia inteligencia y alguien que no duda de su inteligencia, es muy peligroso.
- Si no hay duda… No hay superación.
- Si no hay duda, se insiste en el propio error… se le ha pedido que cambie el INDEC, a ciertos ministros y secretarios y no lo hizo, le llevó años y muchas crisis insistir en el propio error.
- ¿Poner la responsabilidad en el afuera es una característica de este gobierno? La Tragedia de Once, la desinversión en energía, el progreso de los narcos, son temas que no se tratan y en los que se culpa a otros.
- Esta metodología empezó a ser notable en Cromañón. Ahí (el entonces jefe de Gobierno) Aníbal Ibarra no apareció, pero los Kirchner tampoco abrieron la boca. Es como si fuese una superstición. Tienen una relación de ese tipo, no se quieren acercar a lo que se hizo mal. Desde Cromagnón hasta la tragedia de Once. Y La acumulación de errores, sin acuse de recibo, cansa a la gente.
- ¿Te gustaría que el próximo gobierno estuviese encarnado por una coalición de centro-izquierda?
- Yo creo que son importantes las elecciones de 2015, pero lo que a mí me importa realmente es que ese espacio crezca, que saque mucho diputados y senadores. Pienso más bien en un largo plazo. Yo no quiero que se repita la experiencia de la alianza “todos unidos para que no gane Kirchner". Quiero dejarlo bien claro. Aunque tome más tiempo…
- ¿Sigue firme el pensamiento de que la Argentina tiene que ser gobernada únicamente por el peronismo? ¿O el peronismo ha perdido terreno?
- Cuando ganó la alianza el peronismo le hizo todo lo que fue posible para desestabilizarlo, lo que no creo que pase es lo que le sucedió a Alfonsín, los 14 paros que le hizo Ubaldini… Me parece difícil. Ahí estaban con la bronca de que les había ganado la elección sin proscripciones. Por primera vez, Cristina Kirchner no va a manejar la política peronista. Ella necesita dos cosas: estar lejos de la Argentina y de los juzgados. Lo que no tiene que haber acá es un pacto de no impunidad.
- Para eso, el que sube al poder, debe estar bien limpio…y tiene que tener ganar de NO ensuciarse.
- El FAP reúne esas condiciones…
- ¿Qué opinás de lo que empieza a suceder con el avance del narcotráfico en Argentina?
- Lo que te puedo decir es que a pesar de no ser partidaria de acuerdos amplios, este caso, sí merece un acuerdo amplio, trans-partidario, que sostenga un “no al blanqueo de dinero”…y pienso en “todos” los casos de blanqueo de dinero. Acuerdo absoluto.
Al despedirnos, las palabras que eligió con el fin de reflexionar fueron: detalles y matices. Y aclaró: lo importante es que sepamos qué estamos discutiendo exactamente cuando lo hacemos, es fundamental que definamos qué es lo que discutimos, con claridad…