Un grupo de WhatsApp hallado en el celular de Adrián Conci, titular de la firma Dell Producciones –la empresa encargada de la organización de la Time Warp en la que murieron cinco chicos– podría ser la pista que lleve a los investigadores a demostrar la participación del abogado Víctor Stinfale.
La información, según indicaron fuentes de la pesquisa a PERFIL, apareció en el Iphone 6 que Conci entregó al juzgado de Sebastián Casanello cuando declaró como testigo. Entre los miembros del grupo “Time Warp”, donde se hicieron comunicaciones por mensajería para la preparación del evento, aparece el número telefónico de “Erica”, la mano derecha del abogado de Diego Maradona. En el mismo, la persona identificada como “Erica Víctor” en el celular de Conci da distintas órdenes. Además, las fuentes dijeron que en el grupo figura el empresario Martín Gontad, conocido como el “Rey de la Electrónica”, quien ayer fue llamado a indagatoria por el juez Casanello.
Stinfale aparece vinculado además, al agua embotellada que se vendía en el lugar. En la embotelladora “Block” hallaron documentación que vincula al abogado aunque esto no lo ubicaría dentro de los organizadores, sino en el lugar de los proveedores.
El fiscal Federico Delgado se dispone a demostrar la responsabilidad penal de los organizadores del evento, las autoridades de la Ciudad de Buenos Aires y la Prefectura. Quedó afuera de la causa la Procunar, a cargo de Diego Iglesias, ahora abocada a articular el trabajo con el Hospital Fernández, para ayudar al tratamiento de los chicos internados.
En tanto, el juez Casanello reimplantó ayer el secreto de sumario para preservar algunas declaraciones, incluidas la de testigos de identidad reservada, que en las últimas horas trascendieron y podrían poner en riesgo la investigación. Además, el magistrado suspendió todos los eventos de los que participe Dell Producciones.
Por su parte, el fiscal Delgado aseguró que “todo hace pensar que había una especie de zona liberada y que se podía vender pastillas por cuenta propia”. Además, precisó que “lo que está clarísimo es que había muchísima más gente de la que tenía que haber”, expresó tras añadir que “hay unos cincuenta o sesenta testigos que coinciden casi todos en la cantidad de gente, la escasez de agua, la venta de drogas”.