A través de WhatsApp, un grupo de vecinos de Tucumán comenzó a notar que ninguno tenía su alfombra en la puerta de su casa. Ante la extraña desaparición, un inquilino alertó acerca de esta situación de larga data y comenzaron a investigar sobre ello. Finalmente, resolvieron el caso: el ladrón de alfombras era un perro. Este insólito chat se volvió viral en Twitter.
Todo empezó cuando uno de los vecinos contó que había sido víctima de un robo y escribió: “Buen día vecinos. Les quería comentar, si a alguien le robaron la alfombra de la entrada del departamento, porque yo hoy amanecí sin la alfombra de entrada. Block 2, piso 2, departamento 104".
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Sin embargo, no fue el único. Otro de los vecinos comentó que a él le había pasado lo mismo: “A mí también me robaron la alfombra hace como tres meses. Departamento 77".
Ante varios casos y sin encontrar ninguna respuesta, iniciaron una investigación y lograron encontrar al ladrón. Una vecina lo descubrió y presentó pruebas irrefutables. “Ayer vi una perrita bajando de la escalera (la 3° desde la diagonal del block 2), con una alfombra en la boca”, relató y adjuntó la evidencia fotográfica del perro delincuente.
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El caso llegó a las redes sociales cuando la usuaria @MartuHaustein2 hizo pública la historia en Twitter y se volvió viral. Ella misma se encargó de escrachar al ladrón de alfombras, con nombre y foto. El culpable es Tyson que engañó a todos con su tierna mirada.
Los vecinos no presentaron cargos. Martina indicó en las redes que "Tyson fue perdonado y sus cargos retirados por hermoso".
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Emo, el perro que "roba" un almacén
En medio de la ola de inseguridad en Rosario, Santa Fe un delicuente se llevó la miradas de todos los ciudadanos: Emo. Él es un perro de raza boyero de Berna suele llevarse todo tipo de panes, lactal, de hamburguesa de panchos de un almacén de barrio.
La primera vez que Juan, el dueño de Emo, se enteró de esta situación, le pidio ver las cámaras a la dueña del local, porque no podía creer el relato. Allí vió como su perro estaba cometiendo el delito. Desde ese día, Juan pasa por el almacén y pregunta que es lo que hay que abonar.
MS / MCP