Hace 36 años el relato de Hans Christian Andersen La Sirenita volvió a la mente de los espectadores del mundo con una versión animada de Disney, inolvidable y presente para todas las generaciones desde entonces. Apoyada en las canciones de Howard Ashman y Alan Menken (que tuvieron su época de oro con la compañía del ratón), marcó los cimientos de una nueva etapa en la empresa y tuvo productos derivados de la propuesta, incluyendo otro largometraje live action que se estrenó dos años atrás. Pero llevar una historia que transcurre en su mayor parte debajo del agua al teatro es una tarea titánica que la exitosa puesta del Gran Rex hace creíble de la mano de Ariel Del Mastro y un gran gran equipo de especialistas en el que se incluye a Marcelo Caballero en la co-dirección.
Arrasando a sala llena en cada función desde su estreno en junio, y no sólo con niños ya que muchos adultos van a ver la historia que los acompañó desde la infancia, el teatro ubicado en Av. Corrientes 857, CABA se vuelve una fiesta colectiva, especialmente con canciones hiper conocidas como Bajo El Mar, pues todos ya llegan a la sala tarareándola a la espera de cantarla con Sebastián.
Decíamos que no es simple hacer creíble la historia llevada al plano físico y sin los efectos especiales que aporta el cine. Pero aquí se logra en base a imaginativas filmaciones, explosiones, humo y una iluminación perfecta preparada por Anteo Del Mastro y Sebastián Viola. Todo todo está pensado al detalle, desde el vestuario de Romina Lanzillotta y Catalina Rodríguez Loredo, a la maravillosa y profusa escenografía de Jorge Ferrari. Todo enriquece una puesta soñada en la que los actores se mueven, vuelan, cantan y se emocionan replicando la ilusión en esta versión de hora y media del cuento. Y no se puede dejar de mencionar del diseño de video escénico de Maxi Vecco, una verdadera maravilla.
Una vez más, de miércoles a domingo (¡y los sábados en tres funciones!), Ariel sueña con vivir en tierra firme y termina desafiando a su padre, el rey Tritón, con la ayuda de la malvada Úrsula para dejar de ser una sirena y tener piernas, aunque para eso pierda su voz. Todo por el príncipe Eric, de quien se ha enamorado. Para corporizar a este querido personaje fue seleccionada Albana Fuentes, una encantadora y joven actriz que cumple con el rol a la perfección, convirtiéndose ya en una nueva Princesa Disney. Junto a ella el grandioso Pablo Turturiello encarna al príncipe con gallardía y sensibilidad. Forman una hermosa pareja juntos.
Tritón es un Osvaldo Laport medido, imponente, que transmite realeza en cada aparición. El simpático Flouder, el pececito amigo de Ariel que está encarnado por Valentín Zaninelli, y en la puesta es un adolescente que anda en patineta, una excelente actualización de la trama original de Disney.
Pero hay dos personajes/actores que son los más aplaudidos por la platea. Uno era esperado por ser el más simpático de la versión y por interpretar la canción más coreada: Sebastián, encarnado por José María Listorti, está tal como espera quien ama a La Sirenita, aportando momentos graciosos, intervenciones divertidas y ese acento caribeño tan conocido del rol. Una vez más, como en Matilda, está espectacular.
Sin embargo, la sorpresa está en la adhesión que recibe Ursula, interpretada por la excelente Evelyn Botto. La mala de la historia recibe constantemente los mayores aplausos de la sala desde su primera aparición y hasta el saludo final. A base de gestos y mohínes que replican las escenas de la película animada se gana de entrada a los fans de esta pulpo enfundada en látex, peinada y maquillada a la perfección. ¿Quién hubiera pensado que el malo de la historia es quien despertaría el mayor fervor?
Atención que esta producción de Ozono, MP y Los Rottemberg estará en el Gran Rex apenas hasta el 3 de agosto, y siempre con funciones agotadas, para brindar el disfrute colectivo de reencontrarse con un clásico amado hecho con toda la calidad que se merece. Encontrá acá más info sobre las entradas.