Secretario de Hacienda de López Obrador tiene un mensaje para Wall Street

En su primer viaje al extranjero en calidad de secretario de Hacienda de México, Carlos Urzúa tenía un mensaje claro para la comunidad de inversores de Nueva York. Y era éste: no se preocupen, la joven Administración del presidente Andrés Manuel López Obrador entiende las leyes económicas y no está dispuesta a probar con experimentos radicales que puedan poner en peligro la salud económica de México.

En el transcurso de una entrevista de casi 40 minutos en un día lleno de reuniones con expertos en finanzas de Wall Street, Urzúa declaró enfática y reiteradamente que el Gobierno no se propone un crecimiento más rápido de lo que la economía puede manejar de forma realista (solo un 2 por ciento este año); que respeta la autonomía del banco central; que está recortando gastos en algunas secretarías de Gobierno; que no habrá aumentos de impuestos y, en todo caso, puede que haya un recorte de impuestos para ayudar a revitalizar el gigante petróleo estatal Petróleos Mexicanos.

El repunte del peso en las últimas semanas ha sido una afirmación, dijo Urzúa, del creciente apoyo del mercado al presidente de izquierdas que muchos habían temido. El secretario anticipó con entusiasmo que la moneda podría seguir fortaleciéndose en las próximas semanas, para negociarse por debajo de 19 pesos por dólar o más.

Urzúa dijo que el Gobierno tenía un presupuesto que supone una reducción significativa en el gasto de muchos ministerios, y añadió que serían muy respetuosos con el banco central de México.

Sin embargo, todo esto plantea ciertos interrogantes importantes: ¿Votó el electorado mexicano a favor de AMLO para que procediera con tanta cautela? ¿No fue ese enfoque lento, que atrapó al país en tasas de crecimiento anual del 2 por ciento durante decenios, lo que empujó a unos cansados mexicanos a votar decisivamente por AMLO el año pasado? ¿Cómo reaccionarán cuando esta realidad llegue a materializarse?

Gestión de programas

Urzúa dice que la mejora de los programas sociales aliviará parte de ese sufrimiento y angustia a corto plazo y también aliviará cierta presión al Gobierno. Una inversión pública más eficiente y robusta favorecerá un impulso del crecimiento en la segunda mitad del período de seis años de López Obrador a una media del 4 por ciento, señaló.

Se gestionarán los programas sociales adecuadamente, en lugar de estar plagados de corrupción y clientelismo, anticipó Urzúa.

En la entrevista, la primera que ha concedido a un medio de comunicación desde que se convirtió en secretario de Hacienda, Urzúa dijo que la previsión presupuestaria de 209 pesos por dólar del Gobierno para 2019 es algo pesimista y que él cree que el crecimiento económico podría alcanzar la banda superior de su estimación de entre un 1,5 por ciento y un 2,5 por ciento.

Reformas, control presupuestario

Tanto México como Pemex, como se conoce a la petrolera estatal, tienen posiciones de cobertura para el petróleo, dijo el secretario, pero no reveló a qué precio. Ambos tienen previstas nuevas posiciones de cobertura para 2020, señaló.

López Obrador ha estado haciendo las paces con los inversores tras provocar el desplome del peso a finales de octubre, cuando dijo que cancelaría un proyecto de construcción de un aeropuerto de US$13.000 millones. El peso se ha recuperado totalmente de esa caída gracias a un presupuesto para 2019 considerado prudente, si no algo optimista, por la mayoría, y un acuerdo con los tenedores de bonos del proyecto del aeropuerto cancelado.

Urzúa dijo que si bien no tiene prisa por recomprar más bonos del proyecto del aeropuerto cancelado, podría hacerlo si le sobra dinero. México ha recomprado US$1.800 millones de los US$6.000 millones emitidos.

También añadió que es probable que los derechos que Pemex paga continúen reduciéndose en los próximos años, y que no cree que una ley para reducir las comisiones bancarias sea la forma adecuada de reducir esas tasas.