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DOCTORADO UNIVERSIDAD SIGLO 21

Honoris Causa para Terragno

Rodolfo Terragno recibió el título honorífico por su destacada trayectoria. Jorge Fontevecchia, CEO y cofundador de Editorial Perfil, le entregó el diploma.

Ceremonia académica. Juan Carlos Rabbat, presidente de Siglo 21: Rodolfo Terragno; la rectora María Belén Mendé; y Jorge Fontevecchia, en el acto del jueves.
| Cedoc

Señora rectora de la Universidad Siglo 21, magíster María Belén Mendé, señor presidente de la Universidad Siglo 21, licenciado Juan Carlos Rabat, profesores e invitados. Desconozco las causas que motivaron a las autoridades de la Universidad Siglo 21 a elegir que sea un periodista quien realice la laudatio y apadrine como doctorando a una persona tan polifacética como nuestro reconocido hoy aquí doctor Rodolfo Terragno. No siendo, además, los periodistas los más experimentados en los discursos encomiásticos, dado que el periodismo se especializa en lo opuesto, más aún en un país como la Argentina, donde la mayor cantidad de palabras publicadas se emplea para reproches. Pero quizás las autoridades de la Universidad estén leyendo bien las señales que emite el futuro y estemos en las postrimerías de un cambio donde el discurso público y su contraparte mediática sean más reflexivos.

“Laudatio sí” es el título de la última y más comentada encíclica del papa Francisco “sobre el cuidado de la casa común”, nuestro mundo, citando un cántico franciscano. Y comenzando a escribir esta laudatio al doctor Terragno no pude dejar de asociarlo con su haberse comprometido siempre con el cuidado de nuestra casa común, que es la Argentina en cada una de las profesiones que ha desarrollado en su prolífica carrera.

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Pero comenzando por el periodista Terragno, la primera idea que resonó en mi mente fue una frase del periodista, escritor y columnista Jorge Fernández Díaz, quien sostuvo que para ser un gran periodista hay que ser más que periodista. Así lo entiende la célebre Universidad de Columbia, la encargada de conceder los premios Pullitzer, donde para cursar la carrera de periodismo se tiene primero que tener un título en leyes, sociología, economía, o cualquier otro de grado y luego cursar periodismo como posgrado. Credenciales que las múltiples carreras de Terragno cubrieron en exceso.

“La mirada del gusano y el ojo de Dios” es el título con el que varios trabajos de filosofía han reelaborado la analogía con la cual Baruk Spinoza trató de explicar nuestra percepción del mundo. Spinoza imaginó un gusano que habitara en nuestra sangre con la suficiente capacidad como para distinguir entre capilares, venas, arterias y órganos, como también para entender las interacciones que se producen dentro de nuestro sistema sanguíneo. Pero, aun así, ese gusano –ahora cito textuamente a Spinoza– “sería incapaz de determinar cómo la naturaleza general de la sangre modifica todas las partes y las obliga a adaptarse de forma que guarden una relación fija entre sí”. Ese gusano percibiría cada parte del cuerpo como una totalidad, cuya naturaleza finaliza en sí misma y su perspectiva aislada le impediría comprender el todo que realmente habita. Esa mirada del gusano es, de alguna manera, la que no pocas veces tenemos los periodistas cuando tomamos lo singular de los hechos sin tener conciencia de su participación en el todo, afección que como periodista nunca alcanzó al doctor Terragno gracias a estar vacunado tanto por su profundidad como también por su interdisciplinaridad.

Rodolfo Terragno es el último eslabón de una generación de oro de periodistas argentinos en la cual muchos de los grandes periodistas eran también abogados. Terragno, como esos personajes del siglo XIX donde se era militar, hombre de leyes, empresario, escritor, historiador, político y periodista, a lo largo de su vida ejerció todas esas actividades a excepción de ser militar. En su caso, creo, sólo por una cuestión de siglos porque no sería inimaginable, si su época hubiera sido la de nuestra independencia, que también hubiera participado de esas batallas.

Es el último eslabón de una generación de oro de periodistas que eran abogados

Tampoco le faltó a su vida, como a la de los grandes hombres que construyeron nuestro país en el siglo XIX, haber tenido que partir al exilio y regresar a su patria ante la primera posibilidad aportando sus enriquecidos saberes en la función pública. Escapó de la última dictadura teniendo que vivir primero en Venezuela y luego en Inglaterra. En estos dos países potenció su carrera de periodista fundando y dirigiendo el Diario de Caracas en Venezuela y luego el Latin American News Letter en Inglaterra. Junto con Gabriel García Márquez preparó durante dos años El Otro, un diario colombiano que no llegó a publicarse porque –según García Márquez–  Terragno no podría dirigirlo al tener que volverse a Argentina por la recuperación de nuestra democracia. Antes de partir al exilio había conducido en la Argentina las revistas Confirmado y Cuestionario, y había sido columnista del por entonces emblemático diario La Opinión. En estos últimos años fue columnista de la revista Noticias y actualmente lo es del diario Clarín.

Al regresar a su patria se dedicó durante un cuarto de siglo casi full time al servicio público. Primero como secretario de Estado y luego ministro de Obras Públicas en 1987, diputado nacional en 1993, presidente del Partido Radical en 1995, nuevamente diputado nacional en 1997, jefe de Gabinete de Ministros en 1999 y senador nacional en 2001 hasta 2007. Vale destacar que fue precandidato presidencial por la Unión Cívica Radical para las elecciones de 1999, interna de la que luego desistió saliendo triunfante Fernando de la Rúa gracias –se podría decir populistamente– a proponer mantener la Convertibilidad de un peso un dólar. Demagogia que Terragno no se hubiera permitido, ni tampoco hubiera podido hacerlo, porque ya en 1994 había realizado un memorable debate con Domingo Cavallo, padre del uno a uno. ¡Qué diferente sería la Argentina hoy si en las elecciones de 1995 o en las de 1999 hubieran triunfado las ideas de Terragno!

¡Qué diferente sería la Argentina si en 1995 o 1999 hubieran triunfado sus ideas!

Toda esta prolífica actividad periodística y política no le impidieron al doctor Terragno también desarrollar una basta actividad académica casi desde el comienzo de su vida adulta: tras recibirse de abogado en la Facultad de Derecho de Buenos Aires ejerció como profesor de esa misma casa de estudios. Ya en el exilio fue investigador en London School of Economics y Latin American Studies de Inglaterra. Consultor de la Organización de Estados Americanos (OEA). Profesor de posgrado y miembro del Consejo Académico de la Universidad Siglo 21,  profesor de posgrado de la Universidad Virtual de Quilmes y catedrático de la Universidad de Guadalajara, México. Actualmente es académico de número de la Academia Argentina de la Historia y del Instituto Nacional Sanmartiniano en Argentina. En el exterior lo es de la Academy of Arts and Sciences, la American Philosophical Society de Estados Unidos y del Foro Hispanoamericano. Y, al mismo tiempo, pudo publicar 19 libros que son: su canónico La Argentina del siglo XXI, que inspiró su fundación y la universidad homónima; Urgente, llamado al país; Proyecto 95; El nuevo modelo; La simulación; Muerte y resurrección de los políticos; Memorias del presente; Contratapas; Los dueños del poder; Los 400 días de Perón; El peronismo de los 70 I; El peronismo de los 70 II; El testamento de Ilía; Falklands/Malvinas; Historia y futuro de las Malvinas; Diario íntimo de San Martín; Maitland & San Martín y el último en español Josefa, biografía de María Josefa Morales de los Ríos, la amiga secreta de San Martín; además de The Challenge of Real Development en inglés.

Tampoco le faltó a su vida haber tenido que partir al exilio y regresar a su patria

También fue condecorado en Francia con la Orden Nacional de Mérito, en Italia nombrado Caballero de la Gran Cruz y en Brasil con la Medalla Mérito Mauá. Además, este año, en la Biblioteca Nacional, donde tiene su sede, la Academia Nacional de Periodismo le otorgó la Pluma de Honor.

A las actividades empresarias como editor y a haber sido titular del estudio jurídico Terragno y Asociados entre 1967 y 1976, y como si los días tuvieran 48 horas, el currículum del doctor Terragno suma haber sido presidente de Industrias Químicas Terragno SA, entre 1970 y 1976.

Probablemente poco de esto hubiera sido posible sin el mancomunado esfuerzo de Sonia Pascual Sánchez, su mujer de toda la vida y la madre de sus hijos, Danila y Julián. Personalmente puedo dar fe de la energía emprendedora de la también abogada y doctorada en Administración Sonia Pascual Sánchez, dínamo y motor de cada empresa que fue desarrollando Terragno en su vida. Pero hasta tener que preparar esta laudatio desconocía que también ejerció como periodista. Recientemente en una visita a Córdoba, el periodista más reconocido de Córdoba y todo el interior de la Argentina, Mario Pereyra, que nos honra hoy aquí con su presencia, me contó que cuando él comenzó su carrera radial en la década del 60, en su San Juan natal, había en esa radio un programa que hacían desde Buenos Aires Sonia Pascual Sánchez y Rodolfo Terragno.

Sin salirme del protocolo, quiero agradecerle por honrarme con su amistad

No quiero concluir esta laudatio sin salirme del protocolo para agradecerle a Terragno haberme recibido en el exterior cuando la dictadura dispuso mi arresto, honrarme con su amistad durante más de treinta años y haber sido artífice del vínculo académico entre Editorial Perfil y la Universidad Siglo 21.

Así pues, expuestos todos estos hechos, solicito con toda consideración a las autoridades de esta Institución que se le otorgue y confiera al Sr. Dr. Rodolfo Terragno el título de Doctor Honoris Causa. Muchas gracias.