COLUMNISTAS
INCLUSION Y DEBATE

La pata obrera del acuerdo político

default
default | Cedoc

El cúmulo de desafíos que tenemos por delante aconseja la participación y compromiso de otros actores de la vida nacional junto a los partidos políticos. Empresarios agrupados en el Foro de Convergencia Económica dieron el primer paso en esa dirección al convocar ellos a los partidos para elaborar políticas de Estado relacionadas con la creación de riquezas; mencionando además varios aspectos sociales e institucionales. Es un paso importante; pero sigue faltando la palabra y la voluntad del movimiento obrero para que ese proyecto económico se transforme en un proyecto de país con posibilidades de éxito; ya que la sola participación del empresariado puede llevar a un programa sesgado en favor de la producción con descuido de la distribución.

Un proyecto de país no es posible sin la aceptación del mismo por parte de los diferentes sectores de la sociedad; en particular del movimiento obrero, que hace parte insustituible del proceso de creación de riquezas. Es un error reducir el diálogo con este movimiento a temas de salarios, seguridad social y garantías laborales. Debe apostarse por una incorporación que los haga sentirse parte del proceso; dentro del cual sus intereses deben armonizarse con el de los otros actores sociales en el marco de un consenso básico que haga posible salir del estancamiento que venimos sufriendo desde hace décadas. Esto sólo se puede lograr si es fruto de una discusión franca en la cual cada una de las partes pone sobre la mesa sus condiciones y sus expectativas; contexto en el cual se asumirán los compromisos que, aun cuando exigen renunciamientos, son la única vía para crear el clima propicio para la aplicación de las políticas necesarias. Sin este tipo de participación no puede esperarse que los obreros dejen de hacer oír su voz a través de medidas de fuerza en defensa de sus intereses, obstaculizando así el proceso productivo.

Las expectativas salariales de los trabajadores seguramente serán mayores a las que pueden atenderse dado el nivel de productividad existente en el país; así como también lo serán, sin dudas, las pretensiones de ganancias por parte de los empresarios. Son temas que deben ser enfrentados maduramente, mostrando la inviabilidad de pretensiones que, por ser difíciles de satisfacer en las condiciones actuales, llevarían a una nueva frustración donde todos perdemos. La única manera de resolver estas diferencias es a través del diálogo y del consenso, cuyas posibilidades de éxito descansarán en la equidad con que se fijen tanto los beneficios como  los renunciamientos.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

A lo anterior se agregan las dificultades que surgirán por la necesaria incorporación de adelantos tecnológicos que aumenten la productividad de la economía, lo que hará más competitivas a las empresas y posibilitará mejores salarios; pero al precio de reducir los puestos de trabajo. Este fenómeno deberá ser atendido con recursos destinados tanto a proveer una remuneración a los desempleados a través de seguros, como a políticas que busquen actualizar sus capacidades productivas. El proceso de resocialización y de capacitación tecnológica de estos grupos tomará un tiempo, y para sostenerlos se deberán tomar recursos creados en la parte más moderna de la economía.

Estamos hablando de un diálogo que busca acordar no sólo los aspectos técnicos del desarrollo económico sino también la articulación de intereses de los diferentes sectores que deben ajustar sus demandas legítimas a las posibilidades de un proyecto integrado de país. Un diálogo que busca un camino democrático e inclusivo, alternativo al proceso de modernización económica llevada adelante en Chile por la dictadura de Pinochet.

Los amagues de algunos dirigentes obreros del más alto nivel, de organizarse como partido político, muestra que sectores importantes de ese movimiento están preocupados por incluir la discusión de salarios y conquistas laborales dentro de un proyecto de país que los contenga.

*Sociólogo.