INTERNACIONAL
leandro morgenfeld, historiador

“Alinearse con Trump tendrá un costo interno para Macri”

El investigador, dedicado a la relación con Washington, dice que el triunfo del magnate aumentará el rechazo argentino a EE.UU.

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Adios. Tras su acercamiento a Obama, Macri deberá recalcular. | Cedoc Perfil
Por estas horas, el gobierno argentino intenta contactar de algún modo al equipo de Donald Trump para aceitar su relación con el futuro presidente estadounidense, luego de que la canciller Susana Malcorra se pronunciara pocas horas antes de la elección a favor de la candidata rival, Hillary Clinton. La gestión de Mauricio Macri espera que el cambio en la Casa Blanca afecte lo menos posible el vínculo fluido que había logrado construir con la administración Obama, lo que se traduciría en un nuevo alineamiento con Washington a pesar del viraje político en los Estados Unidos.

Leandro Morgenfeld, investigador del Conicet y especialista en el estudio de las relaciones bilaterales entre la Argentina y los Estados Unidos, cree que “alinearse con Trump tendrá un costo político interno para Macri”, ya que en un país con una fuerte “tradición antiimperialista” no es lo mismo “mostrarse amigo” de Barack Obama que de un multimillonario xenófobo y misógino. En diálogo con PERFIL, el autor de los libros Vecinos en conflicto. Argentina y Estados Unidos en las conferencias panamericanas y Relaciones peligrosas. Argentina y Estados Unidos analizó el eventual impacto en nuestro país del triunfo de Trump.

—¿Qué cambios imagina en la relación bilateral con los Estados Unidos?
—Salvo sus expresiones xenófobas contra los hispanos y sus críticas a la política de distensión con Cuba, realmente Trump no se explayó demasiado sobre cómo piensa vincularse con América Latina, y menos con la Argentina. Criticó fuertemente el Acuerdo Transpacífico (TPP) y otros tratados de libre comercio que impulsó la administración Obama, a los que Macri pretendía sumarse. Se estima que Trump impulsará un mayor proteccionismo, y esto puede afectar a la Argentina, que tiene un déficit comercial con los Estados Unidos.
—Macri se mostró muy alineado con Obama. ¿Es probable que eso se mantenga con Trump presidente?
—Macri abandonó una política exterior de orientación latinoamericanista y que apuntaba a los BRICS, y está reeditando una suerte de “relaciones carnales” con los Estados Unidos. Su apoyo a Hillary tenía que ver con mantener ese alineamiento, con la esperanza de que así llegarían las inversiones y créditos a tasas más bajas. Con Trump, va a intentar mantener esa línea, pero con un mayor costo político interno: no es lo mismo mostrarse amigo de Obama que de Bush o Trump. Además, el nuevo contexto internacional hará todavía más improbable la mentada “lluvia de inversiones”.
—¿Ve factible que el sentimiento argentino contra los EE.UU. crezca con Trump en el poder?
—Sí, absolutamente. La visita de Trump a México tuvo un costo político enorme para Peña Nieto. En la región está surgiendo un fuerte sentimiento de rechazo a su figura, similar al que hubo contra Bush en 2005. Y más en un país con una tradición antiimperialista. Macri tendrá un dilema: mostrarse muy próximo a Trump le puede restar apoyo electoral.
—¿Los comentarios de la canciller Malcorra previos a la elección pueden resultar perjudiciales?
—Desde el punto diplomático, fue un error que Macri, Malcorra y el embajador Lousteau hayan expresado públicamente su favoritismo por Hillary. Ahora están apurando los contactos con los equipos de Trump, para enmendar lo que no habían previsto. Habrá que ver si el sobreactuado apoyo a la candidata demócrata no termina con el desplazamiento de Lousteau y de Malcorra, como gesto hacia Trump. De todas formas, las relaciones bilaterales están determinadas por intereses, así que eso es lo que signará el tono del vínculo.