INTERNACIONAL
manifestacion en ankara

Represión en Turquía contra una protesta anticorrupción

Erdogan enfrenta la peor crisis desde que llegó al poder en 2002. Estalló una lucha con el sector judicial. Críticas de la oposición.

Ataque. Un policía dispara contra los manifestantes en una de jornada cargada de violencia.
| EFE

ansa/dpa/ap
Desde Ankara
La policía turca se enfrentó a manifestantes ayer con cañones de agua, gas lacrimógeno y balas de goma en Estambul, en escenas que recordaron las masivas movilizaciones que hubo en el verano en protesta contra el gobierno.
Algunos de los manifestantes lanzaron rocas y petardos a la policía, y gritaban “¡atrapen al ladrón!” en referencia a un enorme escándalo de corrupción que afecta al gobierno del primer ministro Recep Tayyip Erdogan.
Hubo protestas similares en la ciudad de Izmir y en la capital Ankara, donde los agentes también utilizaron cañones de agua para dispersar a las multitudes. Por lo menos 31 personas, incluyendo tres abogados, fueron detenidas en Estambul, informó la Barra de Abogados de Estambul.
Mientras, miles de partidarios de Erdogan se reunieron en otros puntos para mostrar su apoyo al primer ministro.
Un alto tribunal impidió ayer al gobierno cambiar las reglas sobre cómo se inician las indagaciones por corrupción, propinando otro golpe al gobierno de Erdogan.
Veinticuatro personas, entre ellos los hijos de dos ex ministros del gobierno y el jefe del banco estatal Halkbank, han sido arrestadas por cargos de corrupción.
Reportes de prensa señalan que la investigación es sobre supuestas transferencias ilícitas de dinero a Irán y sobornos para proyectos de construcción.
Erdogan tuvo que restructurar su gabinete esta semana tras la renuncia de tres de sus ministros, cuyos hijos fueron detenidos como resultado de la investigación.
El primer ministro, quien lleva una década en el poder, asegura que la investigación es parte de una amplia conjura para derrocar a su gobierno, pero su administración ha despedido a funcionarios de la policía y ha modificado leyes para detener la investigación.
Los críticos de Erdogan lo han acusado de tratar de suprimir la indagatoria y la corte superior de Turquía suspendió ayer los cambios a la ley ordenados por el gobierno.
Muammer Akkas, fiscal encargado de la investigación, dijo que la policía no ha cumplido con una serie de órdenes de arresto emitidas. Agregó que el fiscal general y la policía están obstaculizando su indagatoria.
Más tarde, el fiscal general, Turan Colakkadi, removió a Akkas del caso acusándolo de filtrar información a los medios y dijo que Akkas estaba investigando “al azar”.
Tres legisladores del partido de Erdogan que criticaron la forma en que se ha manejado el escándalo renunciaron el viernes por lo que llamaron presión del gobierno al poder judicial.
El líder de la oposición también acusó al gobierno de proteger a ladrones. “Hemos entrado a una era en que los ladrones son protegidos y los fiscales que los protegen se vuelven ineficaces”, dijo Kemal Kilicdaroglu, líder del Partido Republicano del Pueblo, el principal opositor en Turquía.
Por otra parte, el ejército turco dijo que no quiere verse implicado en los debates políticos del país, cuyo gobierno se ve enfrentado a una grave crisis político-financiera.
“Las fuerzas armadas turcas (TSK) no quieren verse implicadas en los debates políticos”, señaló el estado mayor del ejército en un comunicado publicado en línea.
Esta declaración del ejército coincide con la publicación el viernes en un diario pro-gobierno de un artículo de un consejero político de Erdogan, en el que sugiere que el escándalo que salpica al gobierno islamo-conservador podría ser motivado para abrir paso a una intervención del ejército.
Erdogan enfrenta la mayor crisis política desde que llegó al poder en 2002