INTERNACIONAL
Escenario internacional

Sadous: "Rousseff será la nueva vocera de la región"

El ex embajador argentino en Venezuela, Eduardo Sadous, asegura que Brasil ocupará un rol “privilegiado” en Latinoamérica tras la muerte de Chávez, líder "irreemplazable".

Sadous. El ex embajador anticipa un mayor liderazgo de Brasil. Rousseff, conmovida frente al féretro.
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Ahora, el ex embajador Eduardo Sadous disfruta de su jubilación y no descarta escribir un libro sobre el chavismo y el puente Caracas-Buenos Aires. Tela le sobra, primero por su experiencia como embajador argentino en Venezuela y después por haber estado en el ojo de la tormenta, lugar donde lo puso el kirchnerismo por haber denunciado la trama oculta de la relación bilateral: una historia de coimas, espionaje y poder color petróleo. El diplomático habló con PERFIL sobre el poschavismo.

— ¿Cuál será el primer desafío de Venezuela tras la muerte de Hugo Chávez?

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— Chávez es una figura de una envergadura única, una persona de un enorme carisma. Creo que es imposible reemplazarlo; su movimiento político no va a poder mantenerse sin el liderazgo de él. Es decir, construyó poder basado en su personalidad y su carisma. Es muy difícil que se pueda sostener esa situación, sobre todo porque ninguno de sus tres posibles sucesores – Nicolás Maduro, Diosdado Cabello y Adán Chávez– tiene su carisma. Está claro que no comparto en absoluto sus políticas, pero hay que reconocer que es un hombre que tenía una capacidad de captación de la voluntad de la gente que era realmente notable.

— Más allá de la crisis de sucesión, ¿en qué condiciones queda el país?

— Hay que pensar que Venezuela está sentada sobre las mayores reservas de petróleo del mundo, superiores a las de Arabia Saudita. Evidentemente la sucesión de Chávez hereda una situación muy difícil. Primero en lo económico, donde ha habido una dilapidación enorme; Venezuela recibió en los últimos años unos 140 mil millones de dólares al año de Pdvsa. Queda sumida en una crisis política y económica. En Venezuela hay chavistas, no hay maduristas. Además, hay una interna muy grande; ahí el que va a jugar un papel protagónico es el ejército.

— ¿Cómo queda la región sin este líder carismático?

— Creo que continuará el apoyo al chavismo, pero no veo que desde Caracas haya una voluntad de seguir subsidiando movimientos en la región. Yo estimo que el gobierno de Maduro, que va a ser elegido por una inmensa mayoría –sabemos que el efecto duelo en nuestros países es fundamental–, va a estar mucho más concentrado en lo doméstico. Primero porque no tiene esa aspiración de liderazgo que ha tenido Chávez, y segundo porque la situación económica que hereda es muy complicada. Además, va a tener que enfrentar a toda esta oposición interna que va a estar liderada por Diosdado Cabello; no olvidemos que es un militar que fue presidente por horas cuando Chávez fue depuesto del poder. Es un hombre de gran ambición, muy vinculado a ese sector económico de la boliburguesía, y tiene mucho apoyo en las fuerzas armadas. Por eso creo que Diosdado será un factor de poder muy importante.

— ¿Cómo queda Argentina?

— Está claro que la relación con Venezuela va a continuar en lo comercial; creo que son dos economías complementarias. Es un disparate, pero Venezuela importa el 90% de los alimentos que consume y la Argentina es un buen socio. Lo que no creo es que haya la fluidez de fondos que había en su momento. Por ejemplo, eso de comprar los bonos se va a acabar.

—¿Quién liderará Unasur?

— Va a marcar un claro liderazgo Brasil en la región, sobre todo desde que tuvo ese gran crecimiento económico; pero Chávez era otra voz, una alternativa. Desaparecido Chávez, no queda nadie que discuta su hegemonía. Si uno compara Argentina con Brasil, el segundo obtuvo mucho más de Venezuela que Argentina. Creo que, como vocera de la región, habrá una sola voz, que es la de Dilma Rousseff. Que Cristina no haya sido la oradora en el acto de inhumación de Chávez demuestra que Brasil es el socio privilegiado de las nuevas autoridades venezolanas.