POLICIA
crimen conmocionante

Ausencia de empatía hacia el menor

Sheila Ayala tenía 10 años y apareció muerta en San Miguel, en el mismo predio en donde se la vio por última vez. Sus tíos paternos fueron detenidos como autores del crimen.

20181020_sheila_acusados_tia_marido_cedoc_g.jpg
Dos caras. La tía de Sheila publicaba en su Facebook la búsqueda de la menor y pedía por su aparición ante los medios. El jueves fue detenida junto a su marido. | cedoc

Sheila Ayala tenía 10 años y apareció muerta en San Miguel, en el mismo predio en donde se la vio por última vez. Sus tíos paternos fueron detenidos como autores del crimen. Según se puede apreciar la nena estaba inmersa en una familia donde se naturalizaba la violencia y donde estaba ausente la figura de empatía hacia el menor.

El alcoholismo y la drogodependencia, aunque no son determinantes, favorecen la situación de vulnerabilidad de los menores o adolescentes y se constituyen como factores de riesgo. Hay una alta correlación entre ese consumo de sustancias y los hechos de abuso sexual, aunque en este caso no esté probado. Sin embargo, hay una alta sospecha de que éste podría ser el motivo al encontrar el cuerpo despojado de su ropa.

El ofensor puede utilizar el alcohol o las drogas como medios de desinhibirse o para calmar la culpa que le producen esos actos abusivos. Pero también es preocupante que la tía se haya ubicado en ese mismo rol cuando uno creería que debería velar por los menores, y más aún en su situación de ser madre y estar gestando en su vientre. Pero puede pasar que, además de desinhibirla para perpetrar ciertos actos, también la inhabilita para ejercer el rol de protección.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

En la familia donde el abuso de sustancias está naturalizado, los hijos quedan vulnerables a situaciones de abuso de todo tipo, no solo sexual, porque no hay alguien que se pueda hacer cargo del cuidado de estos niños y quedan en situación absoluta de riesgo. La violencia intrafamiliar y la presencia de conductas violentas van de la mano de ausencia de control del impulso. Allí se conjuga con hechos, si se quiere, que pueden estar vinculados con hechos de posibles abusos y de violencia que pueden llevar al homicidio. En estas familias en donde están naturalizadas las situaciones de violencia no solamente existe la persona que ejerce violencia, sino que también está ausente la figura de protección y de empatía hacia el menor.

(*) Es licenciada en psicología y trabaja con familias judicializadas.