POLITICA
frente financiero

Un sector del kirchnerismo promueve la idea de llevar a un banquero a prisión

Los directivos del Banco Central que responden a Axel Kicillof revisan los expedientes abiertos por irregularidades. Habían sido presentados hace dos años a Cristina Kirchner.

Dupla. Pedro Biscay, en el BCRA, y Carlos Gonella, en la Procuraduría, impulsan investigaciones.
| Cedoc Perfil
El kirchnerismo avanza en la investigación de los expedientes que el Banco Central tiene sobre presuntas maniobras ilegales de los bancos. Se trata de los soldados que el ministro de Economía, Axel Kicillof, colocó dentro de la institución reguladora. Germán Feldman, superintendente de Entidades Financieras, y su segundo, Pedro Biscay, son los encargados de la tarea. La presidenta denunció a fin de mes que en el BCRA hay más de 80 mil expedientes “cajoneados”. Fue el puntapié para la salida de Juan Carlos Fábrega. Apenas tomaron posesión de sus cargos, Feldman y Biscay se pusieron a revisar las últimas presentaciones.
El temor en la City porteña es que el objetivo de ese sector del kirchnerismo sea ver a un banquero preso, algo casi sin precedentes en la Argentina –la excepción es Francisco Trusso, que ahora está libre–, con el objetivo de sumarlo a los legados de la “administración Kirchner”.
En paralelo, hay acciones de otros organismos que van en sintonía. El fiscal Carlos Gonella –titular de la Procuraduría de Criminalidad Económica (Procelac)– denunció a varios bancos sospechados de participar en supuestas maniobras criminales. Por ejemplo, intervino en un caso de presunto fraude bursátil y lavado en Santa Fe, y en breve participará en la indagatoria de cinco directivos del BNP por prestar asesoramiento profesional para canalizar una fuga de mil millones de dólares.
La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) se constituyó como querellante en una causa en la que resultaron imputados directivos del HSBC por evasión agravada, un delito que contempla penas de entre tres años y medio y nueve años de prisión. Es decir que, si la causa avanza, podrían terminar tras las rejas. El organismo que conduce Ricardo Echegaray los denunció en un inicio por asociación ilícita, evasión (por 224 millones de pesos) y lavado de activos (por 392 millones de pesos).
La Unidad de Información Financiera (UIF) no sólo multa a los bancos, sino que sacó una resolución que impide que las penalidades terminen en la Justicia. Ahora, los bancos deben pagar antes de recurrir a un tribunal. “La bronca que había era que en Estados Unidos los bancos pagaban las multas sin chistar, y acá dilataban su cumplimiento con causas en la justicia”, dijo un funcionario.
Biscay es, además, un hombre que viene investigando la relación entre el sector financiero y los delitos en la dictadura militar. Prepara junto a un historiador y un sociólogo un informe que se espera que se haga público antes de fin de año. “Los Kirchner quieren que se recuerde su gobierno por un legado que incluye desde la asignación universal por hijo hasta el matrimonio igualitario. A esa lista quieren añadir la de ser los primeros en meter a un banquero preso, para dar el mensaje de que no hay impunidad para el sistema financiero”, analizó un funcionario que conoce de cerca los movimientos del Central.
Cristina Kirchner sabía que había miles de expedientes cajoneados en el Banco Central, desde 2012. Fue cuando se lo informó Mercedes Marcó del Pont. La entonces presidenta del Central le llevó también un proyecto para modificar el régimen penal tributario, porque tal como está cualquier causa que impulse el Banco puede ser judicializada, ya que es organismo controlador y acusador. Pero la información recién ahora comenzó a tomar calor político.
Las advertencias pueden finalmente ser un juego de presión para negociar. Fuentes de la Asociación de Bancos Argentinos (ABA) dijeron que la reunión que mantuvieron con el flamante director del Banco Central, Alejandro Vanoli, se produjo en un clima cordial y que no notaron una intención de iniciar una “cacería de brujas”. Los banqueros, al menos en público, muestran tranquilidad en ese sentido. Sin embargo, el discurso de Cristina Kirchner que eyectó de su cargo a Fábrega estuvo focalizado en las maniobras ilegales de los bancos. Incluso, la jefa de Estado hizo un pedido para que se investiguen los movimientos de las entidades bancarias con el dólar blue y el “contado con liqui”.