Coparticipación: para Rodríguez Larreta hay una "intencionalidad política"

Elevar el tono de confrontación pero sin perder el mensaje de predisposición al diálogo. Esa es la estrategia detrás de la reacción de Horacio Rodríguez Larreta a una nueva avanzada del Gobierno nacional en su plan para recortarle fondos de coparticipación a la Ciudad. Por eso, el mandatario expresó este martes en conferencia de prensa que "acá hay una intencionalidad política y eso es inconcebible" pero insistió con que “no cuenten” con él “para profundizar la grieta”. Además, anticipó que seguirá por la vía institucional y volverá a recurrir a la Corte Suprema para que declare la inconstitucionalidad de la ley.

En el Gobierno de la Ciudad tienen las fichas puestas en el Máximo Tribunal. Reciben señales de que podrían recibir un fallo positivo, aunque desconfían porque saben que la Corte suelen tomar decisiones con un claro tinte político. “Muchos esperaban que elevemos la confrontación y lo llevemos al plano personal. Siempre vamos a ir por el camino de la institucionalidad, dejando de lado la disputa política”, aseveró el jefe de Gobierno porteño al anunciar que con la ley sancionada por el Senado irán nuevamente a la Justicia. Y apuntó directamente a los jueces supremos: "Necesitamos que la Corte resuelva cuanto antes. Desde el 10 de septiembre cada día nos sacan 150 millones de pesos".

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En los cambios que Diputados le incorporó al proyecto que recorta aún más los fondos que la Ciudad recibía por el traspaso de la Polícia Federal se incluyó la posibilidad de una mesa de negociación de 60 días para alcanzar un acuerdo. Según pudo saber PERFIL, el Gobierno de Alberto Fernández ya mandó el mensaje de que la Ciudad retire el pedido de medida cautelar para sentarse a negociar, algo que en el entorno de Larreta rechazan de plano. “Es un delirio, no tenemos garantía de nada”, expresaron. 

En la conferencia que brindó desde la sede de Uspallata, Rodríguez Larreta ahondó en ese punto. “Es muy difícil pensar que se va a encarar una instancia de diálogo bien intencionada. Primero porque se mantiene el recorte durante la negociación”, expresó. Al respecto, detalló que la Ciudad ya perdió unos 10.000 millones de pesos desde el decreto del 9 de septiembre con el que Alberto Fernández dio el primer paso en el recorte (y estiman que para el año próximo será de 53.000 millones sin contar los cambios de la ley). "Pareciera que quieren desfinanciar o incluso quebrar a la Ciudad para llevarla al límite del sometimiento", dijo. “Segundo, porque la base de cálculo que toman no se corresponde con lo que cuesta garantizar la seguridad en la Ciudad”. continuó. Y terminó: “Tercero, porque se le pide opinión a un organismo que no es neutral”, en relación a la Comisión Federal de Impuestos, 

En ese punto, Rodríguez Larreta apeló a un recurso típico de la comunicación del macrismo al utilizar una metáfora futbolera: “Es como que nos convoquen a un partido de fútbol en una cancha inclinada, con un referí que ponen ellos y un resultado definido de antemano”.

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En el fragmento más duro de una breve conferencia (apenas 15 minutos), el alcalde apuntó contra el oficialismo por la denuncia penal que le presentaron en su contra y de Diego Santilli por el operativo durante el velorio de Diego Maradona. Y disparó: “¿Qué quieren, sacarle la Policía a la Ciudad? ¿Quieren sacarle la Seguridad a la gente para que la calle sea tierra de nadie y que barrabravas violentos puedan tomar la Casa Rosada como el otro día?”.

En el Gobierno porteño y en las filas de Juntos por el Cambio es un debate constante respecto cuál es el posicionamiento que debe tener Rodríguez Larreta en la relación con Alberto Fernández. Es que luego de las últimas semanas, se profundizó la tensión, no solo con el recorte de la coparticipación sino también con el operativo de seguridad del velorio de Maradona (denuncias penales mediante) o con la decisión del regreso a clases presenciales, entre otras.

"No les importa nada, no tienen límites", sostenía durante la jornada del martes un importante funcionario porteño al analizar las movidas del oficialismo. Para Rodríguez Larreta el desafío es encontrar el equilibrio entre la convocatoria constante al diálogo y la necesidad de mostrarse cada vez más duro, sobre todo ante el quiebre de la relación con el Gobierno. “Acá quedan tres años por delante, iremos resolviendo situaciones de coyuntura, pero ellos tienen una agenda de poder, de destruir a cualquiera que pueda tener alguna posibilidad de competir”, aseguran en Uspallata, a la vez que reconocen: “No somos ingenuos, fuimos corteses pero nunca abandonamos la defensa de lo que teníamos que defender”.

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Rodeado de los jefes de bloque del Congreso, ministros porteños y referentes de Juntos por el Cambio en la Ciudad, Rodríguez Larreta aprovechó también para criticar a los siete diputados y al senador del Frente de Todos por la Ciudad por “votar en contra de sus vecinos, en contra de su Ciudad”. “No se me ocurre algo más contradictorio. ¿A dónde nos llevó la grieta?”, añadió. A su lado estaba Santilli y más atrás, sentados, Mario Negri, Cristian Ritondo, Maximiliano Ferraro, Luis Naidenoff, Humberto Schiavonni, Martín Lousteau y Paula Oliveto, entre otros dirigentes y funcionarios porteños.

“Propusimos gestión, consenso y coordinación y nos devolvieron con decisiones intempestivas y arbitrarias”, manifestó Larreta. Pero sin perder el discurso dialoguista agregó: “No cuenten conmigo para profundizar la grieta. Estoy convencido de que se necesita el consenso y el diálogo”.