ACTUALIDAD
Selección Argentina

Curazao, calor y licor en una isla "novata" en la FIFA, que se medirá con la Scaloneta

En la isla caribeña que pertenece a los Países Bajos, la reina Máxima renovó sus votos de amor. Qué hay que saber -y temer- de Curaçao, que tuvo el mayor centro de esclavos de América.

Curaçao Antillas Holandesas
Curaçao Antillas Holandesas | Agencia Shutterstock

Curazao es un país caribeño tan pequeño como el Vaticano y un mundo aparte, con rey y corona, a sólo 50 kilómetros de Venezuela.

Ahora que se sabe que la Scaloneta jugará el 28 de marzo en el Estadio Único Madre de Ciudades, en Santiago del Estero, contra la selección de Curaçao, renace el interés por saber de dónde viene la selección que luce colores boquenses, pero late con corazón naranja.

Es precisamente esta diminuta isla colorida y tan feliz como Aruba, el paraíso tropical que eligieron el Rey Guillermo de los Países Bajos y su esposa, nuestra Máxima Zorreguieta, para celebrar sus 21 años de casamiento, el 2 de febrero de este año.

Esto no le gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Diferencia abismal: la cotización del plantel de Curazao equivale al pase de Thiago Almada

Si pensar en bodas reales no necesariamente supone amor, durante esa visita reciente, el rey Guillermo dejó atónitos a sus súbditos curazoleños cuando, junto al muelle, se tragó la llave con la que Máxima había cerrado el corazón rojo de lata que exhibía la fecha de su unión matrimonial. Fue decir románticamente que Máxima estaba dentro de él o al menos, recorriendo simbólicamente su sistema digestivo.

Máxima y Guillermo en Curaçao
El 2 de febrero de este año, la familia real de Países Bajos celebró sus 21 años de vida matrimonial en la isla de Curaçao.

Allí mismo, en Willemstad, la princesa Amalia, que acompañaba a sus padres, agradeció -vaya sorpresa- en perfecto español, el retrato que le regaló un artista local, en el que la había pintado con flores sobre su oreja derecha, hermosa pincelada del Sotavento y señal de que es la jovencita soltera y disponible en el reino. Y esa frase en español, tan sorpresiva como impensada, fue un gesto potente.

Curaçao se medirá con la Scaloneta

Los registros arqueológicos más antiguos de la isla de Curazao datan del 2900 a.C (con petroglifos, restos de piedras e incluso un cementerio humano). Sus pobladores originales pertenecían a los arawak.

En 1499, los españoles llegaron para quedarse, al mando de Alonso de Ojeda y, por un documento eclesiástico de 1595, se sabe que para entonces sólo sobrevivían en la isla un puñado de 2000 habitantes caquetíos –podemos ahorrarnos la explicación de lo que sucedió años mediante.

Debido a la llegada de la Selección Argentina en Santiago determinaron un asueto administrativo y escolar

Para los españoles, Curazao era una “isla inútil” –así la llamaban literalmente-, porque rodeada de sal y sin ríos de agua dulce -pero con agua subterránea, desconocida entonces-, lo que mejor prendió fue la ganadería (ovejas, cabras, vacas).

Curaçao Antillas Holandesas
Curaçao. Varios puentes unen Otrobanda y Punda, los barrios más visitados por los turistas.

En 1621 llegaron los holandeses sedientos de madera y sal, también para quedarse, Hasta mediados de 1634, Curaçao siguió perteneciendo a la provincia española de Venezuela, pero cuando puso sus pies la Compañía Neerlandesa de las Indias Occidentales, los españoles no pudieron hacer nada y, los rebeldes que sobrevivieron junto con los arawacos que les habían tomado simpatía y no eran proholandeses, se exiliaron en Venezuela antes de que les cortaran la cabeza.

Curaçao, calor y licor

Integrante de las Islas de Sotavento y descansando sobre la plataforma continental americana, Curaçao, parte de las Antillas Menores, es una perlita caribeña donde todavía hay islas deshabitadas, como Klein Curazao.

A merced de los constantes vientos alisios que despeinan la costa norte, tallándola como una lágrima con rumbo sudeste, la mayor parte de las ciudades se desarrollaron en la costa meridional. Incluso Willemstad, claro, la capital.

Mientras la salvaje línea costera del norte parece una vieja desdentada carcomida por cuevas naturales milenarias, puentes naturales y cavernas, la línea costera del sur es una postal de la civilización europea trasplantada al Nuevo Continente.

Los partidos amistosos de la selección argentina campeona del mundo podrán verse por la TV Pública

Curaçao Antillas Holandesas
Playas de Curaçao. Hay 37 y querrá quedarse más de un mes para probarlas todas, una cada día; son diferentes.

Willemstad se desarrolló en torno a un gran puerto natural, el Schottegat y, como creció y creció, terminó ocupando un tercio de toda la isla uniéndose a otros pueblos aislados que se le pegaron para integrar una suerte de Gran Willemstad metropolitano con varios cordones.

Aunque los turistas no se aparten del centro, el barrio más famoso de Willemstad es Punda, el centro histórico, en donde en un radio de 10 kilómetros, separados por Sint Annabaai (la Bahía de Santa Ana), se pueden sumar, más o menos, un centenar de puntos imperdibles para conocer.

Una isla "novata" en la FIFA

¿Qué puede hacerse en uno de los países miembros más novatos de la FIFA? Muchas cosas, y sólo para citar algunos insoslayables: 

  • Visitar el barrio marítimo Handelskade, con un paseo peatonal, varios bares con temática marina y submarina, restaurantes (en toda la ciudad hay más de 200 que honran a los mariscos, el pollo y las recetas creole) y sitios de compras para los clásicos souvenirs de Curaçaco.
  • El puente Queen Emma Pontoon, que une con la otra orilla de la bahía, el barrio Otrobanda. Es un puente flotante y cada vez que pasa un barco, se abre para luego volverse a cerrar, como sucede en cualquier ciudad de la madre patria, en los Países Bajos.
  • Hay otro puente, muy próximo al anterior, el Reina Juliana. El original se cayó en 1967 y fue sustituido por el que ahora se visita, inaugurado el 30 de abril de 1974.
  • Punda, el centro histórico de la ciudad con el Handelskade en la bahía de Santa Ana. Allí se encuentra el Fuerte Ámsterdam que hoy día funciona como sede gubernamental. Es el edificio público más importante y sin duda vistoso, con la típica arquitectura barroca holando-caribeña (frentes de color, frontones con año de construcción, molduras y ventanas pequeñas) que se replica tanto en Aruba como Bonaire y Curaçao.

Messi se burló de sí mismo en la fiesta de la Conmebol: "Amo el fulbo"

Curaçao Antillas Holandesas
Curaçao, destino romántico. Los reyes Guillermo y Máxima de los Países Bajos no pudieron sustraerse a la fama del destino y lo eligieron para celebrar 21 años de vida en común.

 

  • Otrobanda, al otro lado de la bahía de Santa Ana, es una zona portuaria con terminal de cruceros, centros de compras y un colorido paseo marítimo. En el Rif Forte hay tiendas de grandes marcas.
  • Dos barrios que construyó la petrolera Shell para su personal: Julianadorp, en la zona oeste de Willemstad, trazado en 1928, y Emmastad, construido en los años 50, porque Julianadorp ya estaba repleto.
  • Otros barrios para –por lo menos- una visita express: Pietermaai, al este de Punda; Scharloo, al norte de Punda; Saliña, epicentro gastronómico; y Brievengaat, más antro, pero muy pintoresco.
  • Y sí, si está en Curaçao, las playas esperan. Hay 37, en todas las direcciones. Pero tres sobre todo son las que nadie debería perderse: Porto Mari (es privada y cobran US$ 3 para ingresar y prepare otro tanto para la reposera); Kenepa Chiki, un balneario imponente con aguas turquesas encajonadas entre rocas, que queda 50 minutos al norte de Willemstad; y Cas Abao, con un paisaje de palmeras y arena de ensueño, que National Geographic seleccionó entre las 20 mejores playas del mundo.

Curazao

En el siglo XVII, fue el destino preferido de los judíos sefardíes que provenían del noreste de Brasil y, a partir de 1642, cuando Curazao tuvo su propio gobernador –Peter Stuyvesant- los colonizadores nórdicos les devolvieron el favor enviando a América -sobre todo a Brasil- miles de esclavos, ya que la isla era ya para entonces el mayor hub del abuso humano, la sede más importante del mercado de la esclavitud en las colonias europeas de este continente que había que "civilizar" a cualquier precio.

Desde luego, Gran Bretaña no quiso quedar excluida del nuevo paraíso e intentó varias invasiones (de1800 a 1803 y de 1807 a 1816), mientras Napoleón avanzaba por el continente europeo y las colonias hispanas alzaban la voz con gritos de libertad contra la corona española. De hecho, uno de los refugiados políticos más ilustres de Curazao fue nada menos que Simón Bolívar.

Así que con semejante mapa cultural en su pasado, es lógica la fusión cultural en gustos y costumbres.

Para jugar de local a la hora de los sabores, hay que apuntar los siguientes platos: erwtensoep (la sopa de arvejas con cerdo, jamón y salchichas, riquísima); nasi goreng, unos porotos con carne y pollo; stobá (un guiso que tiene un poco de todo, desde papaya hasta carne vacuna y cabra); kadushi, una sopa de cactus; el sopi (una sopa de mondongo, parecida a la que se consume en Venezuela); y mucha polenta frita y plátano frito. Obviamente, todos los pescados y frutos de mar que son la pesca del día.

Y, volviendo al deporte, que inquieta a los argentinos en los próximos días, lo primero que hay que decir es que nos relajemos: no es el fútbol sino el beisbol el deporte nacional.

Sí, es verdad, desde 2011, Curaçao está afiliado a la FIFA. Y si bien son pichones, los argentinos no debemos subestimar a un rival deportivo –como bien nos demostró la adrenalina que nos mantuvo en vilo durante la Copa del Mundo obtenida en el Mundial Qatar 2022-.

Para empezar, por el clima. La temperatura media, todo el año es de 29º C y están acostumbrados al calor constante.

El Estadio Ergilio Hato (en papiamento, Sentro Deportivo Korsou, SDK) está en Willemstad y es la instalación deportiva más importante de toda la isla de Curaçao. Puede albergar a 15 mil espectadores y lleva el nombre de un reconocido jugador de fútbol local. Por su clima, se practican también otros deportes relacionados con actividades turísticas como el windsurfing, y el buceo.

Curazao no sólo tiene un aeropuerto internacional, Hato, sino es uno de los principales puertos en la ruta del Canal de Panamá. Tiene un astillero que fabrica barcos del mayor calado imaginable, una refinería que fue próspera y busca clientes, y una zona franca. El 75% de la población habla papiamento y sólo el 10% tiene al neerlandés como su idioma nativo. Relájese, porque cuando vaya podrá hablar en español, y casi todos le responderán. Además, se imprimen dos periódicos en español.

Volviendo a los souvenirs, infaltable traer algunas de las vistosas botellas azules del clásico licor de Curazao, que se elabora con naranjas de una especie nativa de la isla, laraha, exclusiva de las Antillas. El resultado es una exquisita maceración con variantes que van del archidulce al licor seco, con una graduación alcohólica interesante, que oscila entre los 15° y los 40°. A fortaleza y supervivencia, pocos les ganan.

MM / ED