El Gobierno firmó el contrato para la provisión de cañerías para el Gasoducto Néstor Kirchner
Energía Argentina y la empresa SIAT S.A. firmaron hoy el contrato para la provisión de cañerías para el Gasoducto Presidente Néstor Kirchner y sus obras complementarias.
Construcción del gasoducto Néstor Kirchner |
Energía Argentina
Energía Argentina (ENARSA) y la empresa SIAT, perteneciente al grupo Techint, firmaron este jueves el contrato para la provisión de cañerías para el Gasoducto Presidente Néstor Kirchner y sus obras complementarias.
El anuncio había sido adelantado esta mañana en Casa Rosada en la voz de Gabriela Cerruti, en contexto de la rueda de prensa que lleva adelante todos los jueves. Allí anunció un paquete de medidas que llevaría adelante el Gobierno Nacional, entre ellos la firma con SIAT para la adquisición de caños que servirán para construir el gasoducto que, en un primer tramo, se espera que salga desde Tratayén, en Neuquén, hasta Saliqueló, Buenos Aires.
La letra rubricada por el estado y la empresa internacional pautó la compra de "582 km de cañerías de 36 pulgadas de diámetro y de 74 km de cañerías de 30 pulgadas" que servirán para armar el primer tramo.
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De acuerdo a las previsiones oficiales, su puesta en funcionamiento permitiría ampliar 25% la capacidad de transporte de gas natural en el comercio doméstico. Además conectaría la producción de Vaca Muerta hacia centros de consumo del país.
El presidente de Enarsa, Agustín Gerez, ratificó que “la firma de este contrato es un hito fundamental para este proyecto transformador, que sin dudas va a marcar el rumbo de la Argentina en los próximos 25 años y nos encamina hacia la soberanía energética”.
El abogado patagónico ligado al kirchnerismo había tomado estado público luego del "Kulfas gate", cuando desde la propia Energía Argentina se denunció el off the record que deslizaba una licitación a medida para Techint en la adquisición de los caños para el gasoducto. Así como el ex titular de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, ordenó hacer trascender esa información, Enarsa le respondió por el off y luego lo criticó duramente por su carta de renuncia de 14 páginas.
“El gasoducto Presidente Néstor Kirchner va a hacer posible que sectores residenciales, comerciales e industriales de nuestro país accedan a energía a precios competitivos, que por la coyuntura internacional se convirtió en un insumo crítico, impulsando así el empleo y la producción.”, dijo Gerez.
Junto a él estuvieron Darío Martínez, Secretario de Energía, Federico Basualdo, Subsecretario de Energía Eléctrica, Maggie Videla, Subsecretaria de Hidrocarburos, y por Energía Argentina, Gastón Leydet, subgerente general y los directores Víctor Bronstein y Mariano Barrera.
Cómo sigue la causa por la supuesta licitación a medida de Techint
La ronda de declaraciones que desde la semana pasada viene tomando el juez Daniel Rafecas coinciden en que no hay nada extraño en la parte técnica de la licitación realizada por ENARSA para adquirir los caños del gasoducto.
El ex ministro Matías Kulfas no dudo en afirmar que de haber tenido conocimiento, elementos o indicios que apuntaran a posibles hechos de corrupción “los habría denunciado en sede judicial”. Asímismo, dijo no tener relación con Agustín Gerez.
La declaración de Kulfas fue el último viernes. El lunes los encuentros de Rafecas y el fiscal Carlos Stornelli siguieron con Antonio Pronsato, el ex director de la unidad ejecutora de ENARSA que renunció antes del "Kulfas gate".
"Cuando mi equipo y yo entramos en febrero, en dos meses aceleramos todas las cuestiones dentro de la Ley de manera increíble. Conseguimos la manera básica y necesaria para plantear cualquier licitación, la conseguimos en una semana", afirmó Pronsato en una de las tantas entrevistas radiales que dio, en este caso en Radio Con Vos. La única duda que dejaron sus declaraciones fueron sus dichos sobre la ralentización de la obra.
Esta semana también declararon los expertos Carlos Ranzani, Marcelo Brinchetto, ambos de Transportadora Gas del Norte, Jorge Lacasta de Transportadora Gas del Sur, Luis María Buisel de Enargas y Gustavo Cavallo de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires. Todos, a trazo grueso, dijeron que no hubo nada raro en la licitación.
