Luego de pasar la noche y tras dialogar con las autoridades policiales y judiciales, el dirigente kirchnerista, Juan Grabois levantó esta mañana la intrusión a la estancia del empresario británico Joe Lewis en Lago Escondido. "Estamos muy orgullosos", dijo al respecto. Además, dio su versión sobre los incidentes en los que lo acusaron de agredir a una representante de la empresa que opera la propiedad, algo que desmintió.
Bajo la consigna "las Malvinas son argentinas, Lago Escondido también", el dirigente social irrumpió el martes por la mañana en la propiedad situada a pocos kilómetros de la ciudad de El Bolsón, en Río Negro. Junto a un grupo de más de ochenta personas, entre ellas el diputado nacional Federico Fagioli, Grabois exigió acceder a la costa del lago, invocando a un derecho enmarcado en la constitución nacional. También denunció que la propiedad funciona como "una Casa Rosada paralela".
El hecho ocurrió semanas después de que se hiciera público el controversial viaje a la estancia del empresario inglés en Lago Escondido en el que estuvieron involucrados los jueces federales Julián Ercolini, Carlos Mahiques, Pablo Yadarola y Pablo Cayssials; el ministro de Justicia y Seguridad del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Marcelo D’Alessandro; el jefe de los fiscales porteños, Juan Bautista Mahiques, un exfuncionario de inteligencia y directivos del Grupo Clarín.
Grabois defendió el acampe "en defensa de la Patria"
"Durante un día pudimos lograr recuperar ese pedazo de soberanía que nos robo el invasor inglés", manifestó Juan Grabois este miércoles por la tarde, luego de que finalmente los militantes de su espacio comenzaran a retirarse de la estancia luego de una serie de cruces con los trabajadores del lugar y las autoridades estatales. "Lo hicimos con la poquita fuerza que tenemos, que son nuestros cuerpos. No tenemos la fuerza del dinero, ni de las armas, ni del poder político", agregó.
Previo a levantar el acampe, el dirigente de Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) y el Frente Patria Grande había advertido en sus redes sociales que estaba “intentando llegar al Lago Escondido, patrimonio de todas y todos los argentinos pero sólo accesible para algunos privilegiados: los jerarcas del poder judicial, las fuerzas de seguridad, los medios hegemónicos y los políticos serviles al poder real”.
En esa línea se expresó unas horas más tarde en conferencia de prensa. "No nos importan lo que digan los que son tibios a la hora de defender la Patria", señaló, en lo que representó un guiño al gobierno del Frente de Todos al que todavía pertenece.
Grabois, en tanto, denunció que la propiedad de Lewis no solo inhabilita el paso hacia el lago, sino que se hizo sobre tierras "mal habidas" y "violando las leyes de seguridad nacional", considerando la cercanía del lugar con la frontera de Chile y los presuntos vuelos ilegales a las islas Malvinas desde una pista de aterrizaje situada en la estancia.
La crítica de Grabois a Alberto Fernández
Tras realizar una serie de denuncias sobre la legitimidad de la estancia Lago Escondido, el dirigente social advirtió que ni el gobierno de Río Negro ni la Casa Rosada "han habilitado un paso que permita al pueblo disfrutar de la maravilla natural que constituye el Lago Escondido". Asimismo, el dirigente destacó la existencia de una sentencia firme del Superior Tribunal de Justicia de la provincia de Río Negro del 2012 que ratificó un fallo del 2002 y confirma un fallo de 2002.
"Por primera vez, un contingente pudo pasar 24 horas realizando una acción de reafirmación de la soberanía sin tener que ir servilmente a pedir permiso a un grupo empresario británico que compró tierras de manera fraudulenta en el 1996 donde ha construido un verdadero estado paralelo", aseguró.
En ese sentido, Grabois también apuntó directamente contra el presidente Alberto Fernández, quien "no ejerce el poder" que le dio la ciudadanía, según su definición. "Le pedimos al gobierno nacional, provincial, que acate los fallos de la Justicia que son a favor del pueblo, no solo cuando son en contra del pueblo, como pasó recientemente", indicó, en relación a la devolución de los fondos de Coparticipación a la Ciudad de Buenos Aires.
Acusaciones cruzadas por Lago Escondido
El eje de la acción social emprendida por el líder del MTE en Lago Escondido fue la falta de acceso público al lago, algo que denunció desde el primer momento en conjunto con la presunta complicidad del gobierno con la situación.
Desde el lado de la empresa dueña del predio, la encargada de desmentir las afirmaciones de Grabois fue Magalí Pizarro, que según consta en su perfil de LinkedIn trabaja en el área de comunicación de Grupo Lago Escondido. "Cualquier argentino tiene acceso libre (al lago)", dijo al respecto la mujer que, según indicaron desde el entorno de Grabois "tiene un cargo gerencial" en la empresa y es una "activa militante anti K".
Además, Pizarro lo acusó de haber invadido propiedad privada y denunció las agresiones por parte de los militantes, a quienes consideró "matones", hacia los trabajadores que operan el lugar. Por su parte, previo a retirarse del predio, el dirigente social aclaró que se trató de "forcejeos con la patota parapolicial de Lewis", y descartó tensiones con los empleados.
"Ya vamos a contar la maravillosa jornada de reafirmación nacional. Pero quiero aclarar que no mientan, no agredí a ninguna mujer. En las ultimas 24hs, hubo varios forcejeos con la patota parapolicial de Lewis, no con los trabajadores con quienes compartimos mates y charlas", tuiteó Grabois a modo de conclusión de la intensa jornada en tierras patagónicas.