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Iba a ser en La Cazona de Flores

Por el ataque a Israel, se suspendió la tercera edición de la Feria del Libro Judío

Fue una decisión de varios de los que iban a participar por la angustiosa situación. El encuentro incluía editoriales, músicos y gastronomía tradicional.

Tercera feria del libro judío
Tercera feria del libro judío | CEDOC

Este sábado 14 de octubre se iba a realizar la tercera edición de La Feria del libro judío que reúne editoriales, librerías, autores, música y comida en La Cazona de Flores, en la ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, los ataques terroristas de Hamas motivaron a los organizadores a suspenderlo.

Según trascendió, la mayoría de los expositores estuvo de acuerdo con postergar el evento. “Varias instituciones judías y la mayoría de los disertantes nos pidieron posponerla porque no estaban con el corazón y la cabeza para hacerla”, explicó la escritora Laura Szerman a La Nación.

“Muchos tienen familiares allá, estaba todo listo, pero la situación es muy abrumadora y dolorosa, por eso decidimos que no podíamos hacerla”, agregó.

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Facundo Milman era uno de los invitados a disertar en la feria y fue otro de los que creyó necesario posponer el encuentro. “Mi participación iba a realizarse con Damián Setton e íbamos a analizar la política argentina actual y el uso de simbología actual como las analogías judías que usa Javier Milei en su repertorio junto a instrumentos litúrgicos”, detalló Milman al mismo medio.

“Reitero mi enérgico repudio a Hamas y su ataque terrorista a la población civil israelí. Es el mayor horror luego del acontecimiento Auschwitz y la Shoá. Todo el arco político argentino debe repudiar el terrorismo a veintinueve años del último atentado en la Argentina: el atentado a la AMIA”, enfatizó.

La Feria es una iniciativa de Matías Reck (editor), Martín Perelman (librero), Laura Szerman (periodista y poeta), Diego Huberman (escritor, periodista y dramaturgo) y Exequiel Siddig (periodista y escritor).

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La iniciativa incluía a las siguientes editoriales: Abran Cancha, Astier, Asunto Impreso, Ediciones de la Biblioteca Nacional, GES (Grupo Editorial Sur), Gourmet Musical, Hekht, Híbrida, Hwarang, Interzona, IPS, La Cebra, La Marca, La Periférica, Las Cuarenta, Leviatán, Librería De la Rama, Mágicas Naranjas, Marea, Milena Caserola, Paradiso, Pilpel, Prometeo, Punto de Encuentro, Pupek, Sifrei Kódesh, Tinta Limón, Tren en Movimiento entre otras.

La teopolítica de Javier Milei

El pasado primero de septiembre, Facundo Milman escribió una columna para PERFIL, titulada “El filojudaísmo en Javier Milei” en el que señalaba, entre otras cosas, el uso político que el libertario hacía del judaísmo:

“Javier Milei, al sentirse atraído por el judaísmo, se identifica, es decir, opera a través del principio de mímesis. Este principio es tan fuerte en el paleolibertario que una de sus propuestas es convertirse al judaísmo cuando sea presidente. En lo fundamental, podemos sondear que él siente devoción hacia los judíos por las situaciones históricas que atravesaron. Pero desconoce sus tradiciones, esa es la verdad. Porque lo que tanto denigra como el socialismo, el anarquismo y el comunismo tiene una larga tradición judía. Y todavía hay más: Milei siente una atracción por la situación expuesta de los judíos a desaparecer y se ve reflejado en dicho momento. Siente su porvenir aferrado a lo judío. Así como a ellos los intentaron exterminar, Milei cree que también lo han intentado borrar del mapa (mediático, político, social). Pero cuando se intenta borrar a algo o alguien y eso no se concreta, resurge con más potencia. Milei se proyecta en esa fantasía.

La relación de Javier Milei con los judíos es amplia, pero ya no se trata de amor a los judíos (prosemitismo) u odio hacia los judíos (antisemitismo). Se trata de remarcar su diferencia, la diferencia como pueblo y etnia separada del resto. Digámoslo sin tapujos: esa diferencia es la diferencia que actúa por connotación. Porque no importa, en este caso, si es positiva o negativa; importa que hay un rasgo distintivo y es la diferencia. El judío es la diferencia. 

El sociólogo Zygmund Bauman lo retrataba a través de alosemitismo porque aún con su carga de sentido, el pueblo judío era tratado de forma diferente en los distintos períodos históricos. Desde la antigüedad, el medioevo, la modernidad y la actualidad, los judíos tienen un trato diferencial con los otros pueblos. Esta época tampoco es la excepción a la regla.

Si seguimos a Alejandro Kaufman, profesor universitario y ensayista cultural, frases como “tengo una hija judía” o “tengo una nuera judía” han sido deslegitimadas por el paso del tiempo. Milei se vio obligado a incorporar una novedad: “me voy a convertir en judío” o “me dedicaré a estudiar la Torá”. 

Esta emergencia podría significar una superación en su alosemitismo, desde ya. Porque incorpora palabras y metáforas hebreas a su repertorio (con la sola escucha de Moshé en lugar de Moisés, podemos dar cuenta de esto) junto a una forma cruzada que compone una verdadera banalización rampante de lo judío y, por tanto, no sólo tenemos una mímesis con lo judío sino también una atroz banalización”. (Texto completo acá).
 

RB / Gi