Glustein: “El aumento del dólar y el 3% de suba en combustibles impactaron directamente en los costos”
El economista explicó que los precios subieron por factores estacionales, pero también por el impacto directo del tipo de cambio y la suba de combustibles.
En diálogo con Canal E, Federico Glustein, economista, aseguró que la inflación de julio fue impulsada por una fuerte suba en alimentos, con un índice que podría rondar el 2%.
Alimentos en alza: dólar, clima y combustibles
“Entre 2 y 2,1% se habría ubicado la inflación de julio, con un fuerte incremento en alimentos”, aseguró Glustein, al analizar los principales factores del alza mensual. Según el economista, la suba no se limita a productos específicos, sino que abarca "en general a todos", aunque algunos se vieron especialmente afectados por causas estacionales.
“La papa, la cebolla, la calabaza y frutas de estación subieron fuerte, producto de inundaciones y el clima frío”, explicó. Sin embargo, el componente estacional no fue el único responsable: “El aumento del dólar y el 3% de suba en combustibles impactaron directamente en los costos”. Esto generó un traslado casi automático al precio de los alimentos.
Además, mencionó un caso llamativo: “Las bananas subieron fuerte porque vienen de Ecuador, pero por un temporal en Chile no pueden pasar camiones”, lo que redujo la oferta y elevó los precios. A eso se suman los incrementos de harina, lácteos y carne, que “no son estacionales, sino que responden a la cotización en dólares y a los combustibles”.
Perspectivas hasta fin de año: elecciones, dólar y tarifas
Consultado sobre lo que puede suceder con los precios de cara a las elecciones, Glustein fue contundente: “Dependerá primero del dólar”. Si la divisa se mantiene entre "1.300 y 1.340 pesos", podría haber una desaceleración en los precios de alimentos. Sin embargo, advirtió que “los servicios van a tener un rol clave, con subas del 2% en prepagas y colegios”, lo que podría influir en el 40% de la inflación general.
El economista también destacó que el gobierno buscará controlar precios en sectores regulados, como transporte y tarifas estatales, para “evitar un impacto mayor del traslado de la inflación de servicios”. Por otra parte, anticipó que la baja en el turismo entre agosto y octubre podría ayudar a reducir la presión en "hotelería, restaurantes y actividades vinculadas al turismo".
Respecto al impacto electoral, Glustein afirmó: “Si al gobierno no le va bien, tendrá que ajustar antes de 2026”. En cambio, si logra un buen resultado, “podrá extender un poco el veranito económico y postergar las medidas hasta 2026”.
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