Esteban Avilés contra la conducción de la UCR Córdoba: “Moralmente no pueden mirar a sus hijos a los ojos”

Asumió su tercer mandato hace pocos días y enseguida Esteban Avilés aplicó medidas en Carlos Paz tendientes a frenar edificaciones colectivas y en altura, además del achicamiento del gasto público a través del recorte de un 20% de los sueldos políticos. Pero no quiso ahorrar en críticas a la conducción de la Unión Cívica Radical (UCR) en Córdoba.

Consideró “vergonzozo” el proceso interno que lleva adelante la UCR Córdoba para expulsar a afiliados que formaron parte de las estructuras del peronismo, como el caso de Myrian Prunotto, intendenta radical de Juárez Celman que se abrió de Juntos por el Cambio y fue electa vicegobernadora con la fuerza oficialista Hacemos Unidos por Córdoba.

“Me siento radical. He demostrado que estoy apegado a mi formación política. Pero me da bronca que los que denuncian y evalúan tu conducta son tipos que moralmente no pueden mirar a los ojos a sus hijos y que han hecho las cosas mal y los han castigado electoralmente”, dijo en el programa FORUM el líder de Carlos Paz Unido, la coalición local que gobierna desde 2011 en la villa serrana.

Envalentonado, reprochó: “En Carlos Paz, ganamos todas las internas del radicalismo local pero terminamos intervenidos, primero por Mestre y después por De Loredo. Ni siquiera respetan la democracia de cada lugar porque están sujetos a su interés corporativo del momento que tienen a nivel provincial o nacional”.

El expresidente de la Agencia Córdoba Turismo de la actual gestión de Juan Schiaretti dijo que ese manejo interno “distorsionado” provoca que los radicales “tengan distintas estrategias electorales".

“Pero más allá de los acuerdos programáticos, lo que no podés dejar de hacer, estés donde estés, es razonar como un radical y gestionar como un radical”, manifestó, y agregó: “Quiero saber cuál de estos estos señores me puede mirar a la cara y quiero ver cómo se manejaron cuando tuvieron la oportunidad de gestionar. Y también mostremos el patrimonio de cada uno de estos que te ponen el dedo acusador de lo que es ser radical o no”.