mientras prueban la vuelta a la presencialidad

UBA: varias carreras tienen récord de inscriptos por la cursada virtual

En Psicología fueron unos 40 mil, casi el doble que antes de 2019. Derecho y Medicina siguen entre las más elegidas. En el CBC hubo 103 mil anotados.

Vuelta. Esta semana, en la facultad de Derecho se dictaron clases en aulas con protocolos sanitarios. Foto: gza. facultad de derecho uba.

Esta semana comenzó un nuevo cuatrimestre en las distintas facultades de la Universidad de Buenos Aires (UBA), que además celebró el jueves 12 sus 200 años. Y como viene ocurriendo desde el comienzo de la pandemia y la necesidad de establecer una cursada virtual, se registraron aumentos y hasta récords de alumnos inscriptos. 

Uno de los casos más notorios ocurrió en la facultad de Psicología, en la cual se anotaron 39.068 personas para cursar materias. Según datos que la propia institución envió a sus estudiantes, en el segundo cuatrimestre del 2020 tuvieron 35.491 mientras que antes del Covid el número más alto había sido de 27.458. 

 

 

“La inscripción es récord. Se viene superando durante los últimos tres cuatrimestres y se atribuye casi con exclusividad a la posibilidad de cursar de forma virtual”, explicaron desde la facultad a PERFIL. Este medio también se comunicó con la facultad de Derecho y si bien prefirieron evitar la palabra “récord” confirmaron que “en estos cuatrimestres (por los virtuales) ha habido más alumnos de lo normal”. 

También el Ciclo Común Básico (CBC) goza de buena salud: según datos provistos por esa división de la UBA, este año hubo un total de 103 mil inscriptos. De ese total, 21 mil se anotaron para la carrera de medicina, con Ciencias Económicas y Arquitectura y Diseño las que completaron el podio de las preferidas por los ingresantes. Al comparar con los datos de años anteriores, la institución señala que también se ve un incremento de estudiantes

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El aumento –e incluso récord, en algunos casos– de inscriptos genera un debate que en los últimos días se vio amplificado en las redes sociales. “Me sorprende lo poco que se habla de la depresión actual de muchos jóvenes estudiantes universitarios y su necesidad de volver a las aulas”, escribió Sabrina Ajmechet, precandidata a diputada por JxC en la Ciudad de Buenos Aires y profesora de Pensamiento político argentino en la UBA. 

 

Debate por la presencialidad en la UBA

Decenas de personas respondieron a ese mensaje contando sus historias personales, desde trabajadores que aseguran poder avanzar en sus carreras gracias a la cursada online hasta madres que pasan más tiempo con sus hijos y también estudiantes que se ahorran el dinero del transporte y descansan mejor ya que no necesitan pasar horas trasladándose hasta los edificios.

Por otro lado, también estuvieron los que señalaron que ciertas carreras con muchas materias prácticas se dificultan sin presencialidad y algunos que atraviesan cuadros de depresión o ansiedad por la imposibilidad de compartir tiempo con sus compañeros en las aulas. 

 

 

Según datos que dieron a PERFIL, la facultad de Psicología envió un mail a sus alumnos antes del inicio del segundo cuatrimestre asegurando que este año no se volverá a la aulas. “Lamentablemente, no están dadas las condiciones sanitarias para retomar la presencialidad dado que por la masividad de nuestra Facultad no es posible cumplir con los protocolos aprobados por las autoridades”, indica el comunicado. 

Mientras tanto, en Derecho la idea es “empezar de a poco”. “Se pidió al Ministerio de Salud la aprobación de los protocolos y estamos a la espera”, indicaron a este medio. Y agregaron: “Esta semana se arrancó con algunas materias. Hubo lunes, martes y miércoles. La semana que viene tendremos más detalles”. 

 

 

El debate sobre la vuelta a la presencialidad, la continuidad de la virtualidad o un sistema mixto según la materia, continuará en los próximos meses. Pero vale destacar también que si bien la cursada online permitió aumentar la cantidad de alumnos, también se detectaron faltantes de cupos en materias. Y a eso se suma una gran cantidad de trabajo extra para docentes que en la mayoría de casos no cobran o son remunerados con pequeños ingresos. Todas estas discusiones también acompañan el debate por el regreso a las aulas.