Dejando de lado la intimidación Donald Trump, es extremadamente inusual que la Reserva Federal aumente las tasas de interés cuando las acciones se comportan tan mal.
De hecho, si el organismo formulador de políticas sigue adelante con su tan esperada alza el miércoles, sería la primera vez que se ajusta este mercado brutal desde 1994. En este momento, el S&P 500 ha caído en los últimos tres, seis y doce meses, un escenario que solo ha acompañado a dos de los 76 aumentos de tasas desde 1980.
La estadística es otra lente para ver la división entre los mercados y la economía, una brecha seductora para los pronosticadores que intentan establecer conexiones entre ambos. Mientras que la mitad del S&P 500 se encuentra en un mercado bajista y grupos como bancos y transportes se desploman día tras día, algunos datos económicos clave apoyan a los alcistas.
Esta es una de las razones por las que los inversionistas se obsesionarán con los comentarios sobre la estabilidad financiera o el mercado, en busca de signos de que la volatilidad reciente esté llamando la atención de los funcionarios de la Fed.
"Este es un interesante dilema para la Fed", aseguró David Rosenberg, economista y estratega jefe en Gluskin Sheff + Associates Inc. "Los mercados financieros les están diciendo ’no más’, pero los datos económicos sugieren que un ajuste aún mayor es apropiado".
Si bien el papel de los mercados en el cálculo de políticas de la Reserva Federal es un debate sin fin, el hecho es que, desde 1980, las alzas de las tasas casi siempre se han producido en medio de la tendencia ascendente de las acciones. En promedio, el S&P 500 ha subido 4,1 por ciento, 6,9 por ciento y 11 por ciento en los tres, seis y doce meses previos al ajuste. La excepción fue en la década de 1970, cuando la Fed ignoró las turbulencias del mercado para combatir la inflación, que corría a 7 por ciento anual.
Por supuesto, ahora la economía no es así en absoluto. Los precios al consumidor se han mantenido por debajo del 3 por ciento durante los últimos seis años, y con una tasa de crecimiento del 3,5 por ciento es difícil describir el producto interno bruto como un sobrecalentamiento. Lo opuesto parece estar impulsando las acciones, con menciones de recesión cada vez más numerosas en los comentarios profesionales.
Si bien un informe de la Fed a principios de este mes señala que las preocupaciones de estabilidad financiera son moderadas, citando bienes raíces comerciales, deuda corporativa y préstamos apalancados entre los posibles problemas, la racha que ha borrado US$3 billones de las acciones estadounidenses hace que muchos pidan una pausa.
¿Podrían las acciones estar enviando un mensaje que los datos aún no reflejan? Algunos estrategas creen que sí. Están convencidos de que ocho aumentos de tasas en tres años han sido suficientes para una economía amenazada por todo, desde la disputa comercial entre Estados Unidos y China hasta el brexit y una desaceleración del crecimiento global.
La Fed tiene previsto anunciar su decisión el 19 de diciembre, al término de su reunión de dos días. Con excepción de 2, todos los 89 economistas encuestados por Bloomberg predijeron un aumento de las tasas.