El mercado mundial de la soja está dominado por un gran comprador: China. Durante años, Brasil le ha quitado a Estados Unidos una parte cada vez mayor de ese comercio.
Ahora, los exportadores sudamericanos empiezan incluso a dominar durante la típica pausa de la temporada.
Los clientes chinos están comprando activamente soja brasileña para entrega en octubre, una época del año en la que las exportaciones estadounidenses suelen estar en su punto álgido, según personas con conocimiento directo. Todavía es probable que se cierren más contratos para el cuarto trimestre, según las fuentes, que pidieron no ser identificadas por tratarse de transacciones privadas.
Las ventas se producen en un momento en que Brasil tiene una cosecha récord y ofrece precios mucho más bajos que productores rivales. También reflejan el plan del presidente Luiz Inácio Lula da Silva de estrechar lazos con China como parte de su plan de crecimiento para la mayor economía de América Latina.
“Todavía tenemos primas competitivas durante al menos otro mes más o menos”, dijo Thiago Milani, jefe de comercio y originación de 3Tentos, una empresa agroindustrial familiar en Brasil, refiriéndose a los precios de envío del país.
Los agricultores estadounidenses están perdiendo su ventaja competitiva en los mercados agrícolas a medida que crece la producción brasileña. Las tensiones geopolíticas también han llevado a China a buscar lazos más estrechos con la nación sudamericana y reducir su dependencia histórica de EE.UU.
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El plan de Lula para profundizar las relaciones con China incluye obtener más financiamiento de la nación asiática y reducir el papel del dólar en las transacciones de comercio exterior. El viaje de una delegación brasileña a China este año produjo más de 15 acuerdos por un valor aproximado de US$10.000 millones en compromisos de inversión chinos.
Actualmente, a los procesadores chinos les resulta rentable moler los granos brasileños para fabricar aceite de cocina y piensos, mientras que los márgenes son negativos para los suministros estadounidenses, según datos recopilados por Bloomberg. Como resultado, los clientes chinos están comprando en Brasil al inicio de la temporada.
De hecho, las compras fueron tan tempranas que ya hay cinco barcos programados para recoger cargamentos en Brasil en septiembre, según la agencia naviera Alphamar. Se trata del inicio más temprano de la temporada para este tipo de comercio, según datos de la naviera.
“Ahora hay enormes existencias en las explotaciones agrícolas que llegarán a los puertos en los próximos meses, por lo que pronto veremos más buques en la línea”, declaró Arthur Neto, director comercial de Alphamar.
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Las compras también se producen en un momento en que los cultivos estadounidenses, que normalmente se cosechan a partir de septiembre, se ven afectados por un clima seco y caluroso. En junio, la cosecha de soja estadounidense estaba en las peores condiciones en tres décadas, antes de que las lluvias regresaran al Medio Oeste.
Sin embargo, el tiempo volverá a ser seco y caluroso. Los futuros de la soja en Chicago han subido más del 5% este trimestre a unos US$14,20 el bushel.
“Desde el punto de vista meteorológico, las probabilidades de que mejoren las condiciones de los cultivos no son altas”, señaló el viernes el corredor chino Huatai Futures en un informe. “Es poco probable que la oferta de la cosecha de soja estadounidense de la nueva temporada crezca mucho”.
Traducido por Paulina Munita.