Chile se convertirá en el país más reciente en aplicar impuestos a servicios de compañías como Airbnb, Spotify y Netflix, al tiempo que busca adaptarse al cambiante mundo de las plataformas digitales en línea.
La propuesta presentada la semana pasada a fin de imponer un arancel de 10% tiene como objetivo igualar las reglas del juego para los servicios en línea y las empresas más tradicionales como hoteles, tiendas de música y compañías de televisión por cable. También apunta a compensar otros recortes tributarios.
La propuesta presentada la semana pasada a fin de imponer un arancel de 10% tiene como objetivo igualar las reglas del juego para los servicios en línea y las empresas más tradicionales.
La Unión Europea, Australia, India, Argentina y Colombia se han movilizado para aprovechar el auge del comercio electrónico y los servicios digitales en los últimos años, empleando distintas estrategias a medida que los gobiernos buscan el método más eficiente para gravar estas industrias. En el caso de Chile, se fijará un impuesto especial a la transacción de pago a través de los bancos.
"El gobierno dijo que podría recaudar más de $250 millones a través de este impuesto, lo que parece razonable", comentó vía telefónica Javier Cortés, gerente sénior del área de tributación internacional de Deloitte en Chile. "Está por verse si se modificará el proyecto de ley cuando se discuta en el Congreso".
Los servicios de transporte como Uber y Cabify no serán considerados por ahora. El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, declaró la semana pasada a CNN Chile que en julio se envió al Parlamento una "ley Uber", que obligará a estas compañías a establecer unidades físicas en el país y pagar el impuesto a la renta.
Los servicios de transporte como Uber y Cabify no serán considerados por ahora
Reforma fiscal
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, pretende simplificar el sistema tributario y reactivar la inversión tras cuatro años a la baja. Esa "modernización", que según la oposición es un beneficio para los ricos que costará unos US$800 millones al país, cuya calificación crediticia fue reducida por tres agencias el año pasado debido a un incremento del déficit presupuestario.
Según Larraín, la recaudación más eficiente y el impuesto a las empresas en línea ayudarán a paliar esa reducción de los impuestos. Un informe inicial del gobierno revela que de hecho los ingresos deberían crecer en más de $400 millones.
Crear un nuevo impuesto a los servicios en línea, en lugar de cobrar el IVA, facilitará su recolección ya que las empresas extranjeras no tendrán que establecer oficinas en el país, aseguró Cortés. Esto marca una diferencia respecto a Colombia y Argentina, que hace poco comenzaron a aplicar el IVA a plataformas digitales en línea. A julio, las empresas que operan en Australia y venden productos importados de bajo valor también deben registrarse para pagar un impuesto a bienes y servicios.
La UE fijó un arancel de 3% a los ingresos de las empresas digitales que debiera recaudar cerca de 5.000 millones de euros (US$ 5.900 millones). India estableció también un impuesto de retención de 6% cuando los comerciantes locales pagan para publicar anuncios en sitios web extranjeros como Google o Facebook y considera ampliarlo a servicios de streaming y marketing.
"En Chile será un impuesto a la transacción", aclaró Cortés. "Un impuesto especial libera a las compañías de tener que registrarse en Chile con todas las inspecciones posteriores requeridas".