Los demócratas se encaminan a recuperar el control de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, debido a la ira de los votantes y al descontento con el presidente Donald Trump, en una victoria que alteraría drásticamente sus próximos dos años en el cargo y dificultaría aún más el gobierno de una nación profundamente dividida. Por otra parte, los republicanos retuvieron el control del Senado después de que los candidatos del Partido Republicano desbancaran a los demócratas en ejercicio en Indiana y Dakota del Norte y ganaran un escaño en Tennessee. Con esto, Trump podría atribuirse una victoria parcial y le permitirá continuar su campaña para reformar los tribunales federales.
Los demócratas ganaron al menos 17 distritos controlados por los republicanos, un importante logro frente a los 23 escaños que necesitan para hacerse con el control de la Cámara. Sería la primera vez que el partido controla la Cámara desde 2010. Se dirigían a la victoria el martes con un fuerte apoyo de las mujeres, descontentas por el estilo agresivo de Trump y los votantes de centros urbanos con mayores ingresos y nivel educativo. El partido derrotó a los republicanos desde noreste al sur y en todo el medio oeste.
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Trump se quedaría sin el apoyo del Congreso para introducir su agenda con una Cámara demócrata. El partido se comprometió a contener el poder del presidente e iniciar una serie de investigaciones sobre asuntos que incluyen sus declaraciones de impuestos, la interferencia de Rusia en las elecciones de 2016 y las medidas tomadas por su administración.
Las victorias demócratas incluyeron la derrota del representante de Texas de 11 períodos Pete Session, presidente del Comité de Normas, por el ex jugador de fútbol profesional Colin Allred en un distrito del área de Dallas. En la zona de Chicago, el representante republicano Peter Roskam, arquitecto clave de la reforma fiscal de 2017, fue derrotado por el demócrata Sean Casten.
La participación más alta en 50 años
El efecto polarizador de Trump en el país generó un interés inusualmente alto en las elecciones, la primera prueba política importante a la presidencia de Trump, la cual proporcionará a los demócratas pistas sobre la estrategia que necesitarán para competir contra él en 2020. La avalancha de donaciones políticas de grupos de interés e individuos han convertido estos comicios de medio período en los más caros de todos los tiempos. Los indicios sugieren que la participación de los votantes podría ser la más alta en medio siglo.
Generalmente el ocupante de la Casa Blanca es fundamental para las elecciones de medio período, pero Trump trabajó especialmente para que estas elecciones sean sobre él. El electorado está de acuerdo. Los votantes de dos tercios de los votos emitidos dijeron que su decisión fue sobre Trump, según las encuestas preliminares a pie de urna publicadas por CNN.
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Los resultados preliminares de las encuestas a pie de urna informados por ABC News mostraban que los jóvenes de 18 a 29 años representaban el 13 por ciento de los votantes a nivel nacional, frente al 11 por ciento en 2014. Alrededor del 15 por ciento dijo que era la primera vez que votaba en elecciones de medio período, según CNN, frente al 10 por ciento en las elecciones de 2016. Esto podría favorecer a los demócratas porque los votantes más jóvenes tienden a inclinarse hacia ellos.
Después de una agitada semana de campaña, Trump pasó el martes en la Casa Blanca a la espera de las encuestas a pie de urna y de resultados finales. Estuvo activo en Twitter durante gran parte del día, apoyando a los candidatos republicanos y evaluando la votación. "Tremendo éxito esta noche. ¡Gracias a todos!”, dijo en un tuit martes por la noche.
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