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Lo bueno y lo malo en la economía de Estados Unidos en plenas elecciones

En vísperas de las elecciones de 2020, la economía estadounidense se está recuperando tras el golpe de una crisis sanitaria mundial en marzo. No obstante, está lejos de recuperar toda su fuerza.

Elecciones en Estados Unidos 20201102
Se lleva a cabo el proceso de elecciones a presidente en Estados Unidos. Los lugares de votación abrieron el viernes 30 de octubre en algunos lugares y la mayoría de los condados lo tendrán hasta el día de las elecciones el martes 3 de noviembre | Agencia Afp

Tras la crisis sanitaria mundial a causa de la pandemia de coronavirus, los billones de dólares en apoyo fiscal de legisladores y las tasas de interés ultrabajas de formuladores de política de la Reserva Federal jugaron un papel importante en el rejuvenecimiento de la economía de Estados Unidos en los últimos meses. Si bien algunos sectores, como la vivienda y el comercio minorista, están mostrando mucho vigor, el número de estadounidenses que regresan al trabajo se está moderando y algunas empresas han anunciado nuevos recortes de empleos.

Además, un número creciente de casos de coronavirus sigue siendo un riesgo a medida que la nación espera la disponibilidad generalizada de una vacuna.

Mientras los estadounidenses se dirigen a sus lugares de votación locales el martes tras millones de papeletas enviadas por correo, los siguientes gráficos describen los diferentes estados de progreso —desde el empleo y los mercados de finca raíz hasta el gasto de consumidores y empresas— desde lo peor de la pandemia.

  • Rápida recuperación

El gasto récord de los hogares, liderado por las compras de mercancías, y el mayor salto en el gasto empresarial en equipos, se combinaron para impulsar a la economía más grande del mundo en el tercer trimestre gracias al ritmo más rápido en registro hasta la década de 1940.

Incluso con una tasa de crecimiento tan sólida, el tamaño de la economía se mantiene por debajo de su pico a fines del año pasado. El informe del Gobierno la semana pasada también mostró que los ingresos siguen siendo elevados, lo que brinda a los hogares los medios para continuar gastando, mientras que los inventarios de empresas y viviendas aún escasos tienen el potencial de impulsar la fabricación y la construcción.

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Poder adquisitivo

El valor de las ventas minoristas está firmemente por encima de su nivel prepandémico, a medida que los estadounidenses desviaron sus gastos de servicios, como comidas y viajes. En cambio, acudieron en masa a concesionarios de automóviles, centros de mejoras para el hogar y minoristas en línea.

El crecimiento de los ingresos, incluso excluyendo los pagos del Gobierno federal, ha superado el gasto. Es demasiado pronto para saber si el gasto durante las festividades en noviembre y diciembre dará a la economía un impulso aún mayor hasta fin de año.

Vivienda

Las tasas hipotecarias históricamente bajas y el deseo de los estadounidenses por casas más grandes, particularmente en los suburbios cuando el virus obligó a millones a trabajar desde sus hogares, desencadenaron un auge de la vivienda este año, uno de los puntos sorpresa de la economía pandémica.

En septiembre, las propiedades existentes estuvieron en el mercado durante 21 días en promedio, un mínimo histórico. Esta creciente demanda ha llevado los precios a un nivel récord a medida que el inventario se desplomó, presagiando una construcción residencial más sólida hasta al menos principios de 2021.

Manufactura

La producción manufacturera se recuperó rápidamente después de los cierres, aunque el ritmo de mejora en los últimos meses se ha estabilizado y el indicador de la producción industrial de la Fed sigue estando por debajo de su nivel previo a la pandemia.

La buena noticia es que la demanda de los consumidores, en particular de vehículos de motor, y una mayor inversión empresarial han dejado inventarios extremadamente ajustados, lo que indica que la fabricación continuará repuntando. Además, las más recientes encuestas regionales de la Fed muestran que más fábricas están reportando mayor solidez en los pedidos.

Al mismo tiempo, la economía global sigue avanzando de manera inestable, lo que representa un entorno desafiante para los productores estadounidenses que esperan un mayor crecimiento de las exportaciones.

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Inversión de empresas

La demanda acumulada no se ha limitado solo al sector de consumo. La inversión empresarial en equipos, como dispositivos de comunicaciones, maquinaria y computadores, registró un repunte notable en el tercer trimestre. En septiembre, el valor de los envíos de bienes de capital básicos, así como los pedidos, alcanzó un máximo de seis años.

Sin embargo, las perspectivas son mucho menos seguras. La protección del capital ha pasado a ocupar un lugar destacado dentro de las empresas estadounidenses debido a la pandemia. Además, las cifras de utilización de plantas resaltan la persistente falta de capacidad que cuestiona la necesidad de grandes desembolsos de inversión en el futuro.

Mercado laboral

Podría decirse que la parte más afectada de la economía es el mercado laboral. El empleo se desplomó en más de 22 millones en marzo y abril, en el pico de la pandemia y en medio de cierres de la economía por parte del Gobierno. Durante los siguientes cinco meses, recuperó un poco más de la mitad de esos empleos.

Incluso en sectores como la construcción y el comercio minorista, donde la demanda se ha recuperado fuertemente, las nóminas están creciendo, pero aún están por debajo de su pico prepandemia. Para las empresas de viajes, ocio y servicios alimentarios, donde las restricciones gubernamentales siguen vigentes en gran medida, el mercado laboral es el más afectado.