En diálogo con Canal E, Federico Martelli, director ejecutivo de la Cámara de Empresas Pymes de Biocombustibles, explicó el alcance del primer contrato de exportación de GNL a Europa y los obstáculos técnicos que aún limitan el desarrollo del sector.
El primer contrato de GNL y el potencial exportador argentino
Martelli destacó que el anuncio marca un punto de inflexión para la matriz energética nacional: “Argentina tiene el potencial para sumarse a los principales operadores de GNL del mundo”, afirmó. Según explicó, este avance se da gracias a la consolidación de Vaca Muerta, la baja de costos y la capacidad creciente de producción de gas.
Aunque su rol principal está en el sector de biocombustibles, Martelli se mantiene involucrado en el análisis energético general y celebró el acuerdo firmado con la estatal alemana CEFE: “Este anuncio es muy importante para la generación de empleo, de valor y para el potencial de divisas que necesita la Argentina”. Sin embargo, aclaró que se trata de procesos de largo plazo: “Estos emprendimientos demoran 24, 48 meses como mínimo para comenzar a operar”.
Consultado sobre el proceso técnico, Martelli explicó en lenguaje accesible qué implica transformar gas en GNL: “Para transformarlo en líquido se lo somete a grandes presiones que lo enfrían hasta que el gas se convierte en líquido y puede ser conducido al barco tanque”. Recordó que Argentina pasó hace pocos años de ser importadora a comenzar un camino exportador, aunque aclaró que en invierno el país podría seguir comprando GNL por limitaciones en los gasoductos.
Los desafíos de infraestructura y las obras pendientes
Martelli fue claro al señalar que la infraestructura aún es insuficiente: “Todavía falta mucho para aprovechar a pleno el gas de Vaca Muerta”. Explicó que el Gasoducto Presidente Néstor Kirchner “todavía necesita obras para completar su capacidad” y que también falta avanzar en la reversión del Gasoducto del Norte y en el gasoducto noreste.
Según detalló, el país enfrentará picos de demanda en los que será inevitable recurrir a importaciones: “Van a ser semanas puntuales en las cuales la Argentina necesite un volumen extraordinario de gas”. Construir gasoductos para uso esporádico no resulta viable económicamente: “Un gasoducto para que tenga un repago aceptable tiene que ser utilizado gran parte del año”.
A pesar de estas limitaciones, Martelli remarcó el horizonte de crecimiento: “La Argentina tiene potencial para producir todo el gas que consume y generar saldos exportables muy importantes”. El saldo comercial, destacó, será clave para el ingreso de divisas.
Finalmente, explicó la relación entre biocombustibles e hidrocarburos: “El biodiésel y el diésel fósil se mezclan y así llegan a todos los tanques de combustible del país”, subrayando que el sector trabaja integrado al sistema energético y a las refinerías.