La NASA busca poder ir más allá del conocimiento que tenemos sobre el universo e investigar a fondo los cuerpos astrales que nos rodean. Es por ello que prepara misiones para, en un futuro cercano, poder llegar a Marte.
La idea principal sería enviar astronautas al planeta cercano para finales de la década de 2030 o principios de 2040. Para que eso pueda ocurrir, los investigadores deberán superar desafíos, tanto desde las capacidades tecnológicas de las aeronaves como de los aspectos humanos de los tripulantes.
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La agencia aeroespacial ha desarrollado un nuevo proyecto que buscará observar las consecuencias negativas de pasar un año en el planeta rojo, simulando sus condiciones extremas.
Las misiones de exploración y rendimiento de la tripulación, CHAPEA (por sus siglas en inglés), desafiarán a equipos de investigación a una serie de retos que se podrían llegar a vivir en Marte, como limitaciones de recursos, fallas en los equipos, demoras en las comunicaciones y otros factores estresantes.
En junio de este 2023 comenzarán las operaciones de la primera de tres misiones a realizarse en el Centro Espacial Johnson, ubicado en Houston. Durante un año, cuatro personas serán encerradas en un hábitat de 518 metros cuadrados, preparado para que vivan y trabajen como si estuvieran en el llamado planeta rojo.
“La simulación nos permitirá recopilar datos de rendimiento físico y cognitivo para darnos más información sobre los impactos potenciales de las misiones de larga duración a Marte en la salud y el rendimiento de la tripulación”, asegura Grace Douglas, investigadora principal del proyecto.
¿Cómo será el hábitat para simular la vida en Marte?
Conocido en inglés como Mars Dune Alpha, el hábitat preparado por la NASA es una estructura impresa en 3D con lavacrete, un hormigón de alta resistencia que puede imprimirse a alta velocidad sin perder su forma.
El material elegido se debe a que, en un futuro, los asentamientos destinados al planeta posiblemente serán construidos con esta tecnología, ya que permitiría evitar tener que transportar grandes cantidades de materiales desde la Tierra hasta Marte.
Dentro de la superficie creada, los espacios se dividirán entre sectores para vivir y sectores para trabajar, contando con:
- Cuatro cuartos de tripulación privados.
- Estaciones de trabajo.
- Estación médica.
- Salones comunes.
- Estaciones de cocina y cultivo de alimentos.
Travesías en "Marte" dentro del hábitat
En los espacios creados para la investigación de la supervivencia en Marte, los participantes se enfrentarán a travesías simuladas. Las mismas se realizarán en parejas en una parte del hábitat repleta de arena roja, para simular el paisaje marciano.
El arenero contendrá diversos equipos, como cinta de correr para las emular caminatas o artefactos de realidad virtual, lo que permitirá a los integrantes simular travesías largas, más allá de los límites físicos de 112 metros cuadrados del espacio.
El objetivo de cada recorrido irá variando a lo largo del año de investigación. Por ejemplo, en algunas ocasiones el equipo se centrará en el trabajo de geología de campo, al ubicar e identificar rocas de interés, tomar fotografías para la documentación y recuperar una muestra para llevar a su análisis.
Algunas de las travesías de realidad virtual también incluirán actividades científicas y de mantenimiento simuladas, como la configuración de paquetes de experimentos o la realización de pasos para mitigar el polvo y optimizar la funcionalidad del panel solar.
“Les pediríamos que hicieran trabajos de geología, luego probablemente harían algunas tareas de construcción y también de exploración. Esas son las tres categorías que estamos buscando para CHAPEA: geología, construcción y exploración”, explicó Raina MacLeod, subdirectora de proyectos de CHAPEA en Johnson.
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El equipo que estará un año en “Marte”
Para enfrentar el desafío de encerrarse un año en la simulación que recrea las condiciones de Marte, la NASA seleccionó a un equipo de cuatro integrantes, entre los que se encuentran dos hombres y dos mujeres.
Los participantes fueron seleccionados mediante una convocatoria de postulantes que lanzó la Agencia Aeroespacial en 2020:
- Kelly Haston: comandante. Es una científica investigadora con experiencia en la construcción de modelos de enfermedades humanas.
- Ross Brockwell: ingeniero de vuelo. Especializado en ingenieria estructural y administrador de obras públicas.
- Nathan Jones: médico especialista en emergencias.
- Alyssa Shannon: oficial científica. Enfermera de práctica avanzada
RV CP