¿Qué tan lejos está el ambicioso sueño de la “casa” en el espacio? La humanidad, sin dudas está viviendo una nueva era espacial, cerrando el año 2022 lleno de misiones espaciales, nuevos robots, naves espaciales, cohetes y satélites que incentivan y proyectan a futuro la esencia exploratoria del hombre.
En ese sentido, desde hace varios años, se inició la carrera entre distintas empresas privadas, entre ellas Space X, propiedad de Elon Musk, para hacer realidad el sueño de muchos: disfrutar de viajes turísticos a la Luna y a Marte. Una muestra de este deseo, “locura” de muchos, es que ya existe una lista de pasajeros que decidieron asegurarse un lugar para, llegado el momento, vivir con emoción la aventura y para ello ya reservaron su asiento pago.
Sin dudas este es un gran plan, pero lo cierto es que hay quienes lo superan por lejos porque actualmente existen varios proyectos más ambiciosos que hablan de viajes de ida con estadía prolongada y estable en el espacio.
En concreto, la Agencia Espacial Estadounidense (NASA), decidió realizar una millonaria inversión y destinar USD 57 millones de dólares para que una empresa privada se destine a trabajar en el desarrollo de tecnologías que hagan posible a los humanos hacer construcciones de avanzada en la Luna y Marte, utilizando tierra y rocas disponibles en el lugar.
La NASA y su inversión en el “Proyecto Olimpo”
El “Proyecto Olimpo” (Project Olympus) fue presentado en el 2020, por la empresa ICON, con sede en Texas, con el objetivo de desarrollar la tecnología necesaria para realizar construcciones de avanzada en la Luna y Marte. Así lo afirma la compañía en su propio sitio web: “Construir el primer hogar en otro mundo será el proyecto de construcción más ambicioso en la historia de la humanidad y llevará la ciencia, la ingeniería, la tecnología y la arquitectura literalmente a nuevas alturas".
La compañía basa su trabajo en el razonamiento de que su tecnología podría ser útil para construir infraestructura crítica necesaria para la habitabilidad en la Luna y Marte: plataformas de aterrizaje, rutas y hábitats. Uno de los grandes desafíos por delante, es descubrir una técnica que haga realidad poder construir utilizando los materiales del lugar, poder usar la tierra y las rocas de la Luna y de Marte para que no sea necesario el transporte de materiales desde la Tierra.
El ambicioso proyecto de una “casa” en el espacio, está a cargo de ICON que tiene sólida experiencia en el uso de tecnologías de construcción. Lo demostró cuando en 2018 construyó la primera casa impresa en 3D con todos los permisos en los Estados Unidos. Además, fue la empresa que estuvo a cargo de la construcción del Mars Dune Alpha, un "hábitat" de casi 160 metros cuadrados, una suerte de chalet para simular la vida en el espacio y entrenar a los astronautas.
La NASA usará ésta construcción en la misión Project Crew Health and Performance Analog (CHAPEA) a partir de este año 2023.
Una alianza hasta el 2028
La millonaria inversión que realizó la NASA, tiene un límite de tiempo preestablecido: hasta el año 2028. En todo el tiempo hasta llegar a su final “ICON planea usar el dinero para aprender cómo se comporta el suelo lunar, o regolito, en la gravedad lunar usando muestras simuladas y reales traídas por las misiones Apolo", según afirman representantes de la compañía.
El objetivo de la NASA es regresar a la Luna, pero la próxima vez con el plan de que no sea por pocas horas, como fue el caso de las 6 misiones Apolo que lograron alunizar. Por el contrario, la finalidad de un nuevo viaje tiene detrás la intención de permanecer durante varios días y además comenzar a establecer una colonia lunar con fines científicos.
En ese contexto, y para estudiar un sistema de construcción espacial, la NASA inyectó su inversión de USD 57 millones, para incentivar el desarrollo del proyecto y que las construcciones en el espacio sean una realidad en los próximos años.
Un cambio de paradigma
“Para cambiar el paradigma de exploración espacial de ‘allí y de regreso’ a ‘allí para quedarse’, vamos a necesitar sistemas robustos, resistentes y de amplia capacidad que puedan usar los recursos locales de la luna y otros cuerpos planetarios”, precisó el cofundador y CEO de ICON, Jason Ballard.
“Nos complace que nuestra investigación e ingeniería hasta la fecha hayan demostrado que tales sistemas son realmente posibles, y esperamos ahora hacer realidad esa posibilidad”, agregó. ICON empresa pionera en el uso de tecnologías de construcción avanzadas en planeta Tierra.
El mayor desafío
La compañía debe descubrir un sistema para poder utilizar los materiales del lugar y para profundizar el estudio recibió la inversión de la NASA. Un gran problema hasta el momento, fue y sigue siendo, el polvo lunar, técnicamente conocido como regolito. No solo es un obstáculo, sino además podría ser perjudicial para la salud de los astronautas. A eso se suma que es letal para la vida útil de los dispositivos que sufren la obstrucción con “polvo de estrellas”.
No obstante, en los últimos años las agencias espaciales trabajan duro para encontrar una utilidad. Con esa finalidad desarrollaron y están probando el sistema “Moonrise” que, un sistema láser con un peso inferior a tres kilos, para derretir material lunar con destino a ser utilizado como materia prima para construcciones.
Lo cierto es que entre los planes de la NASA, la misión Artemis II hará en 2024 un viaje tripulado con cuatro astronautas que orbitará la Luna, mientras que 2025 se espera sea el gran año del esplendoroso retorno a la Luna, cuando Artemis III descienda en la superficie selenita con astronautas de ambos sexos.
BL FM