La obsesión del presidente del BCRA por una política monetaria concentrada en dominar la inflación y en mantener el poder adquisitivo de los ahorros en pesos está poniendo en una encrucijada a más de uno. Desde todos los sectores lo acusan de ser el “culpable” de la caída del dólar, del consumo y del mercado inmobiliario; justamente los tres refugios a los cuales los argentinos recurrían para protegerse de la inflación cuando las tasas de interés eran muy inferiores a ésta.
En su cruzada por darnos a los ahorristas una tasa en pesos por encima de la de inflación a través de las Lebacs, es más que lógico que ahora todos prefieran ahorrar en este instrumento. Es el refugio ideal, ya que además provee liquidez inmediata y la respalda quien emite los pesos (el BCRA); o sea, más que conveniente.
Hay quienes plantean que la incertidumbre de la cotización del dólar en los próximos meses, especialmente en un año electoral, podría convertir a ésta “excelente inversión en pesos” en una pésima alternativa en términos de dólares, en caso de que el tipo de cambio se dispare.
Sin lugar a dudas subestiman la “obsesión” de Sturzenegger. Ya todos aprendimos que cuando el dólar se dispara, también se “dispara” la inflación. Y este hombre ya ha demostrado que cuando esto ocurre, no le tiembla el pulso para aumentar la tasa de interés con el fin de controlar la inflación. Paso siguiente, se “dispara” el interés por el Carry Trade y de nuevo el tipo de cambio se desploma.
Si esta política monetaria del Banco Central serio continúa, nos pone en un problema a los millones de argentinos que siempre ahorramos y pensamos en dólares. No tendremos otra alternativa que cambiar el chip, más pronto que tarde, y empezar a ahorrar en pesos. Nuestros vecinos uruguayos, brasileros, y chilenos ya han aprendido que sin importar los saltos del dólar en el corto plazo, a mediano y largo, siempre es más rentable invertir en la moneda local.
Claro está, los argentinos venimos de una historia monetaria nefasta en donde los gobiernos argentinos curaban sus ineficiencias con devaluaciones y ajustes inflacionarios. Confiar el 100% de nuestros ahorros en pesos dependerá de la política monetaria que el país se plantee en los años por venir.
Tasas y comisiones. Esta semana el BCRA elevó la tasa que paga por las Lebacs. Quienes no llegaron a colocar en esta emisión mensual no tienen de qué preocuparse ya que desde hace un par de semanas pueden adquirirse a través del Mercado de Valores (mercado secundario) y a las mismas tasas vigentes. La clave, como siempre decimos, es la comisión que se paga al momento de invertir.
El cuadro que acompaña esta nota refleja el impacto que tienen las comisiones en la rentabilidad de la Lebac a treinta días de plazo, tomando como ejemplo la tasa del 25,50% anual que el BCRA fijó esta semana para este plazo. Ahí se ve el efecto de la tasa compuesta –a favor– y de las comisiones –en contra–, cuando se reinvierte el capital y los intereses todos los meses en el transcurso del año. Evidentemente los costos inciden sobre la rentabilidad, y mucho. Por eso quienes estén pensando en invertir en Lebacs no deben dejar de consultar previamente con su asesor las comisiones que deberán pagar. Es importante asegurarse también de preguntar por los costos ocultos: comisión por custodia y comisión por amortización (las cobran adicionalmente Bancos y Sociedades de Bolsa).
* CEO de FDI.