Ya es conocido que el hashtag #Dante2018 ha conseguido que la red social Twitter tenga un uso positivo. Pablo Maurette, argentino y profesor en Chicago, creó esta iniciativa, en la que muchos estamos participando, con un volumen de “conversaciones (nivel de tráfico)” y engagement (activos participantes) inusual en esta red social para este tipo de actividad. El volumen de conversaciones que hemos podido identificar fue de 16.139 menciones del 1º de enero hasta el 28 de enero, de los cuales 4.179 corresponden a autores únicos.
Esto rompe con una idea que ya era un mito. Siempre se creyó, sobre una base de evidencia bastante sólida, que era significativamente mucho más viralizable un contenido negativo, con sentimientos negativos, que uno de sentido positivo. Dante viene a romper esta regla, viene a intentar sacarle a Twitter la imagen de cloaca, donde las operaciones, la propaganda negra y gris son su santo y seña, y viene a mostrar que cuando un contenido es sencillo, claramente planteado, y la herramienta ayuda a un conocimiento colectivo, el público se monta sobre ella para que sea usada positivamente.
La idea de viralización y generación de participación directa de personas con su cuenta de Twitter surge de ver que en diciembre hubo 636 menciones de 438 autores únicos que posibilitaron ese salto a este increíble número que debemos repetir: 16.139 conversaciones durante todo enero.
El otro contenido positivo, que creemos que no se ha destacado lo suficiente, es que ha permitido conversar sobre un tópico cultural a sectores de diferentes comunidades políticas, casi podríamos decir que ha ayudado a romper en parte la llamada “grieta”.
Esto no quita que cierta actividad típicamente usada por los trolls –esto es, montarse sobre conversaciones de otros para disimular su verdadera actividad– no esté en marcha también en #Dante2018. Se empieza a ver cierta actividad de cuentas cuyo motivo último es generar campañas negativas, y que participan activamente de esta actividad cultural con tanta tracción posibilitándoles disimular su actividad real. Sin embargo esto es, por ahora, solo un daño colateral.
#Dante2018 está dando mucho contenido de discusión, generando debates interesantes, con cuentas muy activas de personas que conocen la obra, y con una fuerte cantidad de lectores e ilustradores activos alrededor de todo el mundo. El volumen igual ha bajado, de unas iniciales 1.250 menciones diarias pasamos a 250 en los últimos días de enero, lo cual no quita relevancia ni relevancia si se compara con cualquier otro hashtag existente hasta hoy en temas relacionados a la cultura.
Dentro de la propia actividad de #Dante2018, la mención más significativa fue “Divina Comedia”, con un pico de 215 el 3 de enero. Después, el 6 de enero hubo un pico de 91 menciones con “Francesca y Paolo”, y sobre el final, otro pico de “Ulises”, con 155 menciones.
Por último, aunque efectivamente #Dante2018 es un fenómeno mundial, Argentina lleva el liderazgo con 9.843 menciones (76% de los casos), 1.073 de las menciones vinieron de usuarios de España (8%), 807 de Estados Unidos (6%), 432 menciones de Venezuela (3%), 331 de México (2%), y 131 de Chile (1%), entre otros. También entre los autores de menciones hay casi paridad entre sexos: el 48% ha sido generado por perfiles identificados como de mujeres, y el 52%, como perfiles de varones.
#Dante2018 saca momentáneamente a Twitter de la cloaca de discusiones estériles y pone a esta red social a construir algo colectivamente útil. Esperemos que perdure y que todos podamos seguir disfrutando de este uso positivo de Twitter.
*Autor de Jungla 3.0. Ilustrador en #Dante2018.