COLUMNISTAS
Defensor de los Lectores

El periodismo de hoy y la inteligencia artificial

2023_11_19_maria_ressa_premio_nobel_shutterstock_g
María Ressa. Premio Nobel de la Paz 2021. “Estamos al borde de un acantilado”. | shutterstock

Advertencia necesaria: por respeto a la veda, esta columna y las cartas incluidas en el Correo no contienen referencia alguna a las elecciones que culminan hoy. Sugiero a los lectores adecuar los textos enviados y reenviarlos con la actualización correspondiente para ser incluidos en ediciones futuras. 

El tema del que se ocupa hoy esta columna es la inteligencia artificial (IA), cuestión ya abordada en ediciones anteriores y retomada ahora por la importancia que adquiere para el periodismo y quienes ejercemos este oficio.

La organización de lucha por la libertad de prensa Reporteros sin Fronteras (RSF), con sede en París, publicó un decálogo para el uso ético de la IA, elaborado –entre otros expertos– por la periodista filipina María Ressa, fundadora del portal informativo Rappler, corresponsal durante veinte años de CNN para el sudeste asiático, perseguida por el presidente de su país Rodrigo Duterte y galardonada en 2021 con el Premio Mundial de la Libertad de Prensa otorgado por la Unesco​ y con el Premio Nobel de la Paz por “salvaguardar la libertad de expresión” .

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

El título de la iniciativa es “Estatuto de París sobre IA y periodismo” y contiene una decena de recomendaciones que suponen la primera “referencia ética internacional” sobre el uso de estas tecnologías en la prensa, según explicó Christophe Deloire, secretario general de RSF.

Definió Ressa en la presentación: “Es un período difícil, estamos al borde de un acantilado”. Y aclaró que si no se protegen la “integridad de la información” y el periodismo, “perderemos nuestro futuro, perderemos nuestras democracias”. Y concluyó, en obvia referencia a la IA: “Los humanos por encima de las máquinas”.

El estatuto comienza con la advertencia de que la ética periodística debe guiar la forma en la que los periodistas y los medios usan la tecnología y de que las decisiones humanas deben permanecer como el núcleo de las decisiones editoriales del día a día y de las estrategias a largo plazo.

Señala que todos los sistemas de inteligencia artificial en periodismo deben ser sometidos a una “evaluación previa independiente” y, en última instancia, los medios serán siempre los responsables del contenido que publican. Los medios deben ser transparentes en cuanto al uso de los sistemas de inteligencia artificial y garantizar el origen de sus contenidos y su trazabilidad.

“Siempre debe haber una línea clara –propone el decálogo– entre el ‘contenido auténtico y el sintético’ creado o significativamente alterado por la inteligencia artificial”, y la personalización y la recomendación de contenidos impulsada por esas tecnologías debe defender “la diversidad y la integridad de la información”.

El penúltimo punto del decálogo plantea que los periodistas y los medios estén implicados en las iniciativas de gobernanza internacional de estas nuevas herramientas.

“No es posible hacerlo solos”, explicó Ressa sobre el papel de los Estados y organizaciones internacionales para garantizar que el periodismo mantenga su integridad en una época de cambios sin precedentes, con más propaganda, desinformación y manipulación que nunca, como se puede ver con el actual conflicto entre Israel y Gaza.

Por último, las recomendaciones de RSF piden a los medios “mantener sus bases éticas y económicas en los compromisos que adquieran con las organizaciones de inteligencia artificial”. Estos deben estar regidos por acuerdos formales que aseguren “la sostenibilidad” del periodismo, dando crédito y compensando a las fuentes de información y derechos de propiedad intelectual.